Vicente María de la Portilla Ordóñez fue un montañés nacido en 1775 en Alceda, pequeña población de Cantabria próxima a Reinosa y fallecido en Cádiz el año 1851. Emigró a Méjico donde se afincó en el puerto de Veracruz, el puerto más importante de la costa atlántica mejicana y puerto de salida hacia España de la plata de las minas de San Luis de Potosí y Zacatecas y las mercancías del virreinato de Nueva España. Posteriormente se trasladó a La Habana donde se casó en 1822 con su prima hermana María de los Remedios Ordoñez. Regresó a Cádiz donde ya aparece en la Guía General de Forasteros de Cádiz de 1833, estando censado dentro del grupo de comerciantes y con domicilio en la céntrica calle Veedor.
Redactó un primer testamento en Cádiz 1823, al que hizo varias modificaciones posteriores, la última de las cuales fue en 1850; todos estos documentos se conservan en el Archivo de Protocolos Notariales del Archivo Histórico de Cádiz. Declaró en el testamento que era propietario de un total de siete viviendas en diferentes ubicaciones de Cádiz y otra en Veracruz. También declaró que poseía en El Puerto de Santa María una viña llamada Larrea y una bodega con dos cascos y unas 1400 botas con todas clases de vinos y más vasijería.
La partición de bienes después de su fallecimiento se realizó en 1854, haciéndose inventario y detallada valoración de todas las propiedades y bienes que declaraba poseer.
La viña Larrea estaba situada al norte del Cerro de Las Cabezas, cerca del antiguo lagar La Atalaya de Osborne en la carretera de Sanlúcar. La finca tenía acceso por la cañada del Verdugo, en el tramo próximo a su unión con el camino viejo de Rota, y aparecía ya indicada en un plano de la provincia de Cádiz del Instituto Geográfico Nacional de 1917. El caserío de la viña está también incluido en la relación de caseríos con protección ambiental en el PGOU de 1992 actualmente vigente
En la partición de bienes se indicaba que la viña tenía 12 aranzadas de viña buena, 7 aranzadas de majuelo nuevo incluidas 2 aranzadas de Pedro Ximenez, 3 aranzadas de Mantuo de Pilas, 20 aranzadas de viña endeble y 5 aranzadas de «pan sembrar», un caserío y todo el equipamiento de pisa de la uva y fermentación del mosto. La viña buena se valoraba a 5000 reales de vellón por aranzada, el Pedro Ximenez a 2600 y el Mantuo de Pilas a 2500, mientras la tierra de «pan sembrar» a 600, lo que muestra el mucho mayor valor que se le daba a la uva respecto al trigo.
El cortijo de Larrea se conserva íntegramente en la actualidad, posee una excelente tierra de labor, y hace mucho tiempo que no se cultiva como viñedo; el caserío sigue conservando la estructura clásica de las casas de viña, aunque bastante modificada con el paso del tiempo.
La bodega fue construida en 1834 en un solar que había comprado a Tomás Ravina, genovés afincado en Cádiz que emparentó con la familia Carrera, constructora de la bodega de Harmony, colindante con la bodega San Bartolomé.
De la bodega se indicaba que «linda a las calles de S. Bartolomé, de Los Moros, de San Vicente y otra incomunicada por los extremos». Esta última es sin duda el callejón de San Diego y no conocemos el origen de la referencia a calle San Vicente
La bodega tenía dos cascos con cuatro naves cada uno y su estructura interior se puede deducir del hecho de que tenía «36 pilares de piedra de labor en limpio a razón de 10 varas de altura cada una». Dado que la vara castellana equivalía a 0,84 metros, la bodega tendría unos 8 metros de altura. Además, tenía «436 varas de vigas madre«. Esto parece indicar que los tejados de las bodegas estaban soportados con pilares y vigas maestras y no con arcadas.
Sobre los tipos de vino que había en la bodega, solamente se describen los que venían de la viña Larrea de la vendimia anterior y se refiere a Pedro Ximenez, dulce asoleado, vino cocido, vino dulce sancocho, vino blanco de primera y segunda, además de vinagre y aguardiente.
La valoración completa de los bienes declarados: viviendas en Cádiz y Veracruz, viña y bodega en El Puerto y depósitos bancarios. ascendía a más de 6 millones de reales de vellón. Aunque no existe equivalencia directa entre el valor del real de vellón y el del euro, a partir de los precios de las viviendas que tenía en propiedad, se puede estimar que patrimonio declarado de Vicente María de la Portilla tendría un valor equivalente en la actualidad al de unos 30 millones de euros. –
Juan Gómez Benítez
