La capilla del antiguo hospital de la Santa Caridad

En su fachada oriental, la levantada en la calle Micaela Aramburu, se aprecian tres hitos de las sucesivas etapas por las que ha pasado el edificio. De la construcción originaria se conserva su portada, adintelada, de doble cuerpo, con molduras y decoración dieciochesca y el anagrama de la hermandad de la Santa Caridad, fundadora y propietaria primitiva. De las reformas de 1916 queda constancia en la placa que el Ayuntamiento dedica a la bienhechora que financió las obras de reconstrucción del hospital y que da nombre a la vía donde se ubica. Y el retablo cerámico representando al titular de la hermandad de los Afligidos nos recuerda que desde 1955 reside en su interior la sede de dicha cofradía penitencial. 

Los principales elementos arquitectónicos interiores de esta capilla derivan de su planta (de cajón, con nave única) y cubierta (bóveda de cañón dividida en tramos con lunetos donde se abren ventanas a la calle y patio). Esta se refuerza mediante arcos fajones sobre pilastrones almohadillados y cornisa apoyada en ménsulas. Una bóveda semiesférica sobre pechinas cubre el pseudocrucero. Ambas cubiertas se trasdosan al exterior en tejado a dos aguas y pirámide de tejas, respectivamente. Se conserva también el coro alto en la zona de los pies.

Tiene actualmente la iglesia tres retablos. El que hace las veces de mayor, neoclásico, alberga en sus hornacinas la efigie de Jesús de los Afligidos -atribuida al escultor guatemalteco Mateo de Zúñiga- y las imágenes modernas de la Virgen Milagrosa y San Juan de Dios.

Otro retablo, barroco de estípites, actualmente está ocupado por las imágenes de Olot de San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac flanqueando a María Stma. del Rosario, dolorosa cotitular de dicha hermandad tallada por Ortega Brú en 1967. Un tercer retablo con decoración neogótica encuadra el altorrelieve del Entierro de Cristo, único elemento salvado (aunque muy restaurado y repintado) del primitivo retablo mayor de esta capilla.

A las esculturas citadas habría que añadir otras relacionadas con las devociones de las Hijas de la Caridad y de inferior calidad artística: las imágenes de San Miguel, San José, el Corazón de Jesús y San Judas Tadeo.

Entre las pinturas que decoran los muros de esta capilla destacamos el magnífico y mal conservado cuadro de “San Carlos Borromeo” y otros de los siglos XVIII y XIX (Natividad, Nacimiento de la Virgen y Calvario) contrastando con los más recientes repartidos por la iglesia dedicados a San Francisco, Santa Ángela de la Cruz e Inmaculada Concepción.

Otras piezas de interés artístico o histórico son el púlpito de hierro forjado, un crucifijo de marfil y la lápida rememorando los benefactores sepultados en la capilla entre 1691 y 1786, ilustres personajes como varios Vizarrón, Valdivieso o Winthuyssen.

La sacristía conserva obras de arte del siglo XVIII, como la decoración de yeserías en su bóveda de aristas, los azulejos del zócalo, el anagrama de la Santa Caridad en puertas y el magnífico mueble de caoba con cajones para ornamentos litúrgicos y frontal mixtilíneo con pinturas, medallones novohispanos y otras piezas de interés.

Francisco González Luque

Capilla del hospital de San Juan De Dios
Portada de acceso a la capilla con anagrama de la Santa Caridad. Siglo XVIII

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