El Arco de la Trinidad (IV). Siglo XX

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Exceptuando algunos reportajes periodísticos, como el del diario ABC del 11 de junio de 1955, cuya portada recoge a toda plana una fotografía del Arco de la Santísima Trinidad, así como un intento de restauración que hubo en 1988 y que cayó en saco roto (información que agradecemos a F. García Áspera), no será hasta finales del siglo XX cuando veamos un interés mayor por conservar, proteger y recuperar dicho elemento patrimonial.

Nos referimos a las referencias suministradas por la documentación aportada en la Definición del Conjunto Histórico de El Puerto de Santa María (Rodríguez Tourón, Gil Torres y González Luque, 1991), el PGOU de 1992, su revisión de 2012 y el actual PEPRICHYE de 2021.

En el primer documento ya se resaltaban los principales valores de la plaza “configurada como la entrada histórica a la ciudad, espacio de gran calidad ambiental con una mayoría de edificaciones relacionadas con el uso bodeguero”. Desde 1926 dicho espacio quedaba más sacralizado aún con la construcción del triunfo al Corazón de Jesús centralizando la plaza. A ese uso se añadieron después el hotelero y residencial. En cuanto al Arco de la Trinidad, se recogía en la relación de elementos singulares del conjunto histórico de la ciudad (ficha nº 220) dentro de la tipología “Arquitectura ornamental” y se recomendaba la reconstrucción de sus sillares y dovelas, así como la limpieza del frontón de remate.

En el PGOU de 1992 se incluía en el nivel de protección “Global” porque en él “confluían valores de gran significación histórica y estética y en el que el número de elementos a proteger hace inviable cualquier actuación que no representa a la totalidad”. Y en el PRECATÁLOGO DE ELEMENTOS PROTEGIDOS de 2012 se incluía en el Nivel B por considerarse de interés y merecedor de una protección individualizada por presentar valores arquitectónicos con características formales o significativas en la evolución histórica y ambiental de El Puerto. También se tenía en cuenta su tipología, composición, sistema constructivo y ornamental al contribuir a la configuración del paisaje urbano. Por todos estos valores este Arco de la Trinidad se hacía merecedor de su conservación y protección y se permitían obras de conservación y mantenimiento, consolidación y restauración que lo pusieran en valor.

En el PEPRICHYE, aprobado en 2021, sigue reconociéndose “la calidad de la escena urbana” y el espacio donde se inserta queda incluido entre las calles y plazas “más significativas en cuanto a imagen urbana”. Respecto al Arco de la Trinidad, queda incluido en el Nivel 5, dedicado a “Elementos singulares”. Se trata de “elementos inmuebles con nivel singular de protección” incorporados al espacio público que resultan de interés para el “mantenimiento de la peculiar imagen del conjunto histórico”. En las generalidades expuestas sobre este tipo de bienes se indica que la protección alcanza a su totalidad (estructura y forma) considerado elemento aislado y singular sin vinculación a otra edificación principal en el que se permiten obras de conservación, consolidación, mantenimiento y restauración.

Pero en el Libro II del Doc. VI que contempla el “Catálogo de bienes protegidos” y, más concretamente, en las “Fichas particularizadas de los elementos protegidos” por su valor patrimonial individual, se aportan escasos datos acerca de su construcción y análisis. –

Francisco González Luque

El arco de la Santísima Trinidad en la portada de un cuadernillo dedicado a El Puerto de Santa María en el diario ABC de Sevilla del 11 de junio de 1955.
Peprichye de El Puerto de Santa María, 2021.”VI. Catálogo de Bienes protegidos. Fichas del Catálogo N 5, nº 2, pág. 654

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