El denominado patrimonio mueble urbano se compone de elementos que pueden trasladarse y conservarse en un espacio abierto de una ciudad. Ya saben: fuentes, triunfos, retablos, hornacinas, estatuas, cruces, placas conmemorativas, azulejos, etc. Además de aportar valores estéticos y ornamentales a un entorno urbano componen una serie de manifestaciones artísticas de gran interés, especialmente las tipologías basadas en componentes arquitectónicos, escultóricos, retablísticos, pictóricos y cerámicos.
Conviene conocerlos para valorarlos y conservarlos tanto por su significación histórica como por su categoría artística en muchos casos.
Francisco González Luque