Una de las ermitas o capillas que estuvieron ubicadas durante la Edad Moderna a orillas del Guadalete, en El Puerto de Santa María, de la que se conocen pocos datos, es la de Nuestra Señora de la Consolación.
Según recoge H. Sancho en su conocida «Historia de El Puerto de Santa María» ya estaba edificada en 1738. En ese año la cofradía solicitó al concejo portuense se le concediese un terreno inmediato a su capilla para levantar un edificio destinado a “escuelas competentes para enseñar primeras letras y doctrina cristiana a niños pobres de solemnidad”. Petición que fue aprobada favorablemente por los regidores, convirtiéndose así en una de las tres cofradías de carácter docente que existieron en El Puerto en el siglo XVIII.
Respecto a su emplazamiento, nuestro historiador indica que se situaba al final de la Ribera del Río, junto al sitio de la antigua Cruz de los Calafates, llamada así por la que estos pusieron en la zona donde desde antiguo desarrollaban su actividad y próxima al hospital e iglesia del Espíritu Santo y San Telmo, de carácter marítimo.
Un precioso plano del Archivo Histórico Nacional, fechado en el año 1754, nos proporciona su exacta posición. Con el título «De la parte del Puerto de Santa M.ª desde el muelle hasta la hermita [sic] de Nuestra Señora de la Consolación», debió realizarse con motivo de un proyecto de encauzamiento de este tramo del Guadalete, ya que el agua, como queda reflejado en el plano, llegaba hasta las viviendas situadas en los soportales de la Ribera.
La planta de la ermita se presenta como como un edificio exento, en la mima orilla del río que esa parte creaba una ensenada, frente antigua calle de la Plata, actual Ángel Urzaiz, y en el limite de la línea de “portales”. Mas o menos correspondería en la actualidad a la zona del lateral izquierdo del estribo que se conserva del antiguo puente de San Alejandro.
Su duración fue corta pues a principios del siglo XIX, tanto la iglesia como la escuela no existían.
RGR