Sus referencias históricas, contrastadas, se remontan a comienzos del siglo XVIII, aunque no se puede descartar su existencia en periodos anteriores. Son tres los que conserva El Puerto se llaman Esquivel, La Montera y El Gallo.
En su día, estos pozos estaban destinados al abastecimiento de agua para el ganado de la zona y de aquellos que utilizaban las cañadas y veredas como vías de comunicación entre distintos términos municipales.
El uso de estos pozos ha sido constante como lo demuestran las numerosas obras de mantenimiento registradas a lo largo de varias centurias, para satisfacer las demandas de los ganaderos y agricultores de la zona.
Debemos aprovechar las oportunidades que nos brinda el patrimonio de nuestra ciudad con iniciativas y propuestas reales para que tanto los turistas como los propios portuenses conozcan de primera mano la impresionante historia antigua de El Puerto.
MA.M.V.