Como se señaló anteriormente, el busto elegido para el monumento fue el del escultor valenciano Ignacio Pinazo Martínez, amigo personal de homenajeado, quien obtuvo la medalla de oro del Certamen Nacional de Bellas Artes en 1948 y al que algunos estudiosos considerar el mejor retratista español de la primera mitad del siglo XX.
Pinazo había presentado en 1941 un proyecto del monumento con planta a escala, fotografías de maqueta y presupuesto. Consistía en un estanque rectangular con una escultura alegórica en el centro y al fondo el busto del escritor encima de un pedestal (FOT. 1), aconsejando que dicho monumento debería hacerse en una plaza o paseo público rodeado de jardines y con bancos para el descanso.
Pero este proyecto, según parece, no fue del agrado de la comisión y se optó por un Monumento-Biblioteca (FOT.2), como había propuesto en 1947 el Sr Letag, en la línea de los bancos-biblioteca de gusto regionalista muy en boga el segundo cuarto del siglo XX, de los que son algunos exponentes la glorieta de Más y Prats del Parque de María Luisa o los bancos de la plaza España de Sevilla, ambos obra de Aníbal González.
El diseño, cuyo autor desconocemos, tal vez el propio Letag, consistió en una pequeña glorieta situada en uno de los laterales de la plaza, en cuyo centro iba dispuesto sobre un pedestal el busto en bronce del comediógrafo, con tres huecos rectangulares con celosías al fondo y librerías con anaqueles a los lados para albergar sus obras literarias. Dos de estas librerías, las emplazadas en los muros curvos fueron sustituidas en la obra definitiva por paneles decorativos de cerámica.
Sobre el suelo de la glorieta, en ladrillo visto, se dispondrían olambrillas en cerámica esmaltada, alternando el escudo de la ciudad y más de un centenar y medio de inscripciones con títulos de las obras del escritor.
En los laterales irían sendas pérgolas, con bancos revestidos de azulejos cerámicos en los que aparecía la dedicatoria del monumento, el escudo de la ciudad y cuatro cartelas con epígrafes de algunas de sus creaciones (FOT.3).
La realización del pedestal fue encargada en noviembre de 1949 al marmolista Gonzalo Gambín, aprovechando el bloque de mármol que para este fin había donado el Rector del colegio noviciado de San Luís Gonzaga. Pero cuando ya se estaba fundiendo el busto, se observó que el pedestal era pequeño por lo hubo que encargar uno nuevo a la empresa sevillana “Marmolistas Gómez”. Este se hizo con piezas en color crema o fantasía, con una altura de 92,5 y base 83 cm. Todo ello con un precio de 3.993 ptas. más 600 ptas. por el acoplamiento de la escultura.
El busto, con representación de la parte superior del cuerpo, incluyendo los brazos, lo que se conoce como busto prolongado, tuvo un coste de 40.000 ptas. (AMEPSM Comisión Municipal Actas Capitulares 4055 Actas 48/49) y representa bien el carácter de Muñoz Seca, con una sonrisa irónica, con realismo clásico, en chaqueta, con corbata y con una capa española recogida en la mano derecha y en la izquierda sujetando un libro (FOT.4).
El importe total del homenaje fue de 147.114,47 ptas. según consta en el expediente “Suscripción Pro- Homenaje a Pedro Muñoz Seca” que se conserva en el AMEPSM (FOT. 5). En el mismo se recogen las numerosas aportaciones realizadas por diferentes organismos y particulares para el desarrollo del evento, así como facturas de los viajes realizados a Madrid y a Cádiz, gastos de imprenta, autobús y hoteles de las personalidades que acudieron al acto, misa, telegramas, etc.
Además, en el Archivo Municipal existen otras facturas relativas a materiales de construcción, adquisición de obras de Muñoz Seca por parte del archivero de la época Luis Fernández Méndez para poner en los anaqueles del monumento, dibujo de perspectiva de Ernesto Muñoz Estudillo (FOT.6), albañiles y peones que hicieron la obra, etc.
Pilar Sánchez Toscano y R.G.R.