Hay ciudades que atraen. París, con los pintores de principio del XX, y Nueva York tras la Segunda Guerra Mundial. En la actualidad, los creadores son los artistas, pero también los ingenieros, los tecnólogos, los que crean startups, los jóvenes emprendedores del mundo de la tecnología, o los nómadas digitales.
El cambio en Málaga vino de la mano de la cultura, pero también del Parque Tecnológico de Andalucía. Hasta hace poco tiempo, el destino preferido de las empresas basadas en la innovación eran los parques tecnológicos. Ahora hay indicios de su interés por integrarse en espacios urbanos. Zorrotzaurre, próximo al barrio de Deusto, se está convirtiendo en el barrio creativo de Bilbao, un amplio proyecto de regeneración urbana, con “…áreas de implantación empresarial no contaminante, numerosos equipamientos sociales y culturales…”.
Carabanchel ha acogido a diseñadores —de producto, design thinking, joyas, interiorismo, paisajismo, food design, arquitectura…— que encuentran espacios, un ambiente atractivo, precios menores y tranquilidad para desarrollar su trabajo. Se promocionan con su propio festival, el Carabanchel Diseña.
¿Pueden los centros históricos (CCHH) atraer este flujo de talento?
Y, ¿por qué no? Los CCHH son especiales. Un espacio histórico cuidado —no destrozado por el turismo, no dejado a la decadencia— es capaz de transmitir, con su urbanismo de otro tiempo, una forma de comunicación y de vida diferente, más cercanos al sosiego creativo; puede ser una fuente de placer que transmita valores y primeros principios (belleza, originalidad, estilo, armonía, personalidad…) extraordinariamente interesantes, y apreciados por los creadores.
En Málaga, Google abrirá su Centro de Excelencia en Ciberseguridad en el Paseo de la Farola, junto al puerto, en el antiguo edificio del Gobierno Militar —rehabilitado, estaba casi en la ruina2, y que alquila Google—. Muy cerca está el Innovation Campus Málaga Terrace, un espacio de co-working, y justo al lado de la Catedral, Freepik, una empresa que ofrece contenidos de imágenes, fundada por uno de esos emprendedores de los que hablábamos al principio.
Picasso admiró a Velázquez. Ejemplos de una estimulante idea: la innovación no desprecia a la tradición, se nutre de ella. ¿Qué mejor lugar que un entorno histórico para acoger al talento creativo?
Joaquín Moreno Marchal
