De poco sirve que el cacareado Peprichye catalogue nuestros edificios patrimoniales si se incumplen las determinaciones contenidas en sus correspondientes fichas catálogo.
Este es el caso de conocida Casa de los Diezmos, sita en la plaza de la Herrería, antigua cilla del Cabildo Hispalense edificada en el siglo XVIII cuando El Puerto pertenecía a la jurisdicción eclesiástica sevillana. En el apartado de actuaciones obligatorias de dicha finca figura:
“Conservar la zona catalogada respetando tipología, morfología y ornamentación original. Restaurar la fachada recuperando cromatismo con técnicas y materiales originales…”
Aunque es un edificio de gran sobriedad, existen determinados matices que le dan cierta presencia barroca que habría que recuperar y realzar (pilastras de cantería (FOT. 1 y 2), cornisas, azulejo de la portada (FOT. 3)…) y no creemos que el burdo pintado “de brocha gorda” que de manera indiscriminada se está aplicando a los paramentos exteriores, con recubrimiento incluso de diversos elementos ornamentales, responda a técnicas y materiales originales como se establece en la ficha del catálogo.
Recordamos que desde la asociación BETILO presentamos en el Servicio de Disciplina Urbanística dos escritos de denuncia de dichos trabajos, con fecha 31 de julio y 16 de agosto, solicitando que para dar cumplimiento a lo recogido en el Peprichye se exigiera a la propiedad un proyecto de restauración de fachada, autorizado mediante la correspondiente licencia de obras. Transcurridos casi tres meses desde nuestra última solicitud sin haber obtenido respuesta, en la mañana de ayer se ha presentado un nuevo escrito, dirigido a Doña Leonor Caballero, Teniente de Alcalde, delegada de Gestión Urbanística, denunciando los hechos.
Ignoramos que está ocurriendo, sería muy triste que lo sucedido fuese fruto de la negligencia o ineficacia del Ayuntamiento, y por tanto demandamos una explicación pública y una actuación clara y firme en defensa y protección de este edificio catalogado en el NIVEL 2 o integral de protección por su valor histórico, ambiental y constructivo.