14 años sin el Adriano III

Hoy se cumplen 14 años del hundimiento del Adriano III (FOT. 1), uno de los símbolos de El Puerto durante décadas. En una de sus travesías diarias, la tarde del 30 de agosto de 2011, al entrar en la dársena de Cádiz chocó (por un despiste somnoliento de su patrón) con la Punta del Sato, abriéndose en su casco una pequeña vía de agua. Pudo continuar hasta el muelle Reina Victoria, donde se hundió. Se reflotó el 27 de septiembre y se trasladó a las instalaciones de Navantia de San Fernando para reconocer su estado. Y el 28 de noviembre volvió a El Puerto, al varadero Guadalete, donde continúa su esqueleto descomponiéndose después de 14 años. (FOT. 2) Una vergonzosa muestra del triunfo de la ineficaz y absurda burocracia sobre el sentido común.

Concluyó entonces la historia de la saga de los Adriano cubriendo el servicio fluvio-marítimo entre El Puerto y Cádiz. Una historia que comenzó en aguas gallegas, pronto hará un siglo…

El Adriano I lo diseñó y construyó en 1927 en un pequeño astillero de la ría de Ferrol Antonio Fernández, al que apodaban ‘el Adriano’ (el nombre de su padre). Y lo puso en servicio en la ría hasta que en 1929 decidió llevarlo a Sevilla -donde se celebraba la Exposición Iberoamericana- para hacer viajes turísticos por el Guadalquivir hasta Sanlúcar (FOT. 3).

Ocurrió entonces una desgracia en el Guadalete. El último de los vapores que hacía la travesía entre Cádiz y El Puerto, el Cádiz, se hundió en el muelle del Vapor al estallar su caldera. (FOT. 4) Le propusieron entonces a Antonio Fernández que lo sustituyera su barco. Aceptó la propuesta y la motonave, tras concluir la Exposición, llegó al Guadalete, donde se quedó para siempre.

El Adriano I no tenía calado, era plano, propio para navegar por la ría de Ferrol para la que se construyó y no por la bahía de Cádiz y la peligrosa barra del Guadalete. Aun así, tuvo una buena y larga vida hasta que en 1955 fue varado junto al puente de San Alejandro, donde fue desguazado para vender sus materiales.

Desde noviembre de 1934, en plena República, el primero de la saga compartió las travesías con el Adriano II, también armado por Antonio Fernández en el astillero de la coruñesa playa de Maniños, en 1932. (FOT. 5) Que fue diseñado, ahora sí, para navegar en la bahía y el Guadalete. Fue el más bonito de los tres, con su elegante empaque marinero, el que vivió los mejores tiempos de las travesías entre El Puerto y Cádiz, el del inmortal pasodoble de Los hombres del mar de Paco Alba del Carnaval de 1965. Y el más amplio, con capacidad para 400 pasajeros en sus tres alturas: cubierta, sobrecubierta y toldilla (FOT. 6). Navegó hasta 1982, cuando se varó en el margen izquierdo del río. Se macizó el fondo con hormigón y se pensó en convertirlo en un restaurante, pero el proyecto no cuajó. Terminó, como el Adriano I, desguazado (FOT. 7).   

Desde 1955 compartió las travesías con el Adriano III, construido en la ría de Vigo, en la parroquia de San Adrián de Cobres (FOT. 8), a iniciativa -ya fallecido ‘el Adriano’ en 1946- de sus sobrinos José -Pepe el del Vapor- (FOT. 9), Juan y Eduardo Fernández Sanjuán.

Se compuso ‘a la antigua’, con madera de roble para el armazón, tablones de pino gallego de 8 cm de espesor para el casco y acacia brava de 6 cm para las cubiertas y los camarotes. Sus dimensiones, 25’25 metros de eslora, 5’76 m de manga y 2’80 m de puntal. Su peso, 117 toneladas. El costo, 2 millones de pesetas y capacidad para 200 pasajeros: 65 en la cubierta del puente y 135 en la principal (FOT. 10).

La saga de los Adriano (1930-2011) cubrió la penúltima etapa de la historia de los barcos de pasajeros entre Cádiz y El Puerto, que hoy continúa, desde 2006, los catamaranes. Una tradición que comenzó en el siglo XV con incontables faluchos que se sucedieron hasta fines del siglo XIX y con los auténticos vapores que hicieron la travesía entre 1840 y 1929. De tan dilatada y espléndida historia escribí una extensa monografía (De El Puerto a Cádiz. Los barcos de pasaje en la Bahía de Cádiz. Ediciones El Boletín, 2017) .

Enrique Pérez Fernández

1. Hundimiento del Adriano III en el muelle de Cádiz
2. 24 de agosto de 2025. Abandonado a su mala suerte en el abandonado varadero del Guadalete.

3. El Adriano I en Sevilla durante la Exposición Iberoamericana de 1929
4. Efectos de la explosión del Cádiz en el muelle del Vapor, 9 de julio de 1929. A resultas de la explosión falleció Joaquín Cano ‘Carichi’, un popular vendedor de coquinas que solía pernoctar en el vapor. Foto, Centro Municipal del Patrimonio Histórico
5. El día que el Adriano II se botó en la playa de Maniños, 1932
6. El Adriano II atracando en Cádiz, frente a la Puerta del Mar
7. El Adriano II al fin de sus días
8. Botadura del Adriano III en San Adrián de Cobres, 1955
9. José Fernández Sanjuán, Pepe el del Vapor (1909-2001). Desde 1930 a 1998 estuvo al mando de los Adriano. Falleció unos días después de declararse BIC al Adriano III
10. Reluciente, durante una de sus últimas revisiones anuales en el varadero Guadalete, donde sigue pudriéndose. Foto, Andrés Fernández Valimaña

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