La primera referencia a la construcción de esta bodega (FOT. 1) se encuentra en la solicitud, fechada el 25 de mayo de 1835, de D. Carlos de la Vega para “labrar en su casa y terreno de la calle de la Victoria nº 17 de su propiedad, como demuestra el plano que presentan y suplica que con asistencia del Mro. Mayor se proceda al acordelado de la fachada de la expresada casa y terreno para proceder a su labrado” (AHNPSM, Sección de Policía Urbana, año 1837, Exp. 8) (FOT.2).
En el mismo expediente se encuentra una solicitud posterior, fechada el 17 de marzo de 1837, realizada por “Fernando Moreno como en cargado de la obra que se trata de construir de nueva planta en la calle de la Victoria de la propiedad del Sr. Dn. Joaquín de la Vega se solicita que parezca la Diputación de Obras para efectuar el acordelado”.
Llama la atención que en este expediente se usen los nombres de Joaquín y Carlos de la Vega que eran hermanos y posiblemente copropietarios de las fincas y las bodegas.
Joaquín de la Vega Córdoba era vecino de Cádiz y natural de Santa Marina, pequeña localidad de la provincia de Cantabria. Falleció en el año 1841 y en el documento de la partición de sus bienes (Archivo Histórico Provincial de Cádiz. Protocolos Notariales de Cádiz. Año 1841. Legajo 0490) ya no aparece la bodega de la calle Victoria, por lo que se supone que la debería haber vendido antes. Sin embargo, en este documento aparece otra bodega que tenía en la calle Larga nº 78 (actual nº 1).
José de Hano y Sierra, yerno de Joaquín de la Vega, también construyó otra bodega en la calle Victoria en el año 1848 en los terrenos del antiguo patio de su bodega. Esta era una bodega simple de dos naves, que junto a la otra bodega ya existente configuró un amplio patio porticado con acceso a la calle Albareda que aún se conserva. Para facilitar su comprensión los planos de las dos bodegas se presentan montados uno sobre otro (FOT.3).
En la lista de extractores (exportadores) de vinos de El Puerto del año 1841 aparecen Joaquín de la Vega y Jose Hano formando parte de una misma sociedad. En ese mismo año aparece también la viuda de Joaquín de la Vega, lo que confirma el año de su fallecimiento (FOT. 4) .
Según se cita en el libro historiográfico “Vida y milagros del vino de Jerez” de José y Jesús de las Cuevas, en el año 1840 la bodega ya pertenecía a la familia Quijano, debiendo referirse a Pedro L. Quijano González de Quevedo, natural del pueblo santanderino Pedredo, cerca de Torrelavega. Esta bodega la heredaron su hijo Atanasio Quijano Cieza y posteriormente su nieto Francisco Quijano Rosende (FOT. 5 y 6), quien en los años 50 debió vender la bodega a la firma Fernando A. de Terry después de descubrirse un importante descubierto en las cuentas y, de forma sorprendente, no poder conseguir crédito en los bancos para cubrirlo, a pesar de poseer un gran patrimonio inmobiliario de casas y fincas.
En el plano de las bodegas que aparece en la ficha del Peprichye, que debió ser elaborado cuando pertenecían a Fernando A. de Terry, se puede apreciar que se ha construido una nueva bodega junto a la antigua de José Hano, de la que la separa un almizcate. No sabemos cuándo fue construida esa bodega. Además, las bodegas son denominadas San Fernando y Santa Isabel, muy posiblemente en honor a Fernando Terry del Cuvillo y su esposa Isabel Merello (FOT. 07).
Este núcleo bodeguero siguió perteneciendo a la compañía Fernando A. de Terry hasta su integración en el grupo Allied Domecq en el año 1992. Este decidió llevar toda la producción a Jerez, por lo que este núcleo bodeguero quedó inactivo y posteriormente fue objeto de una segregación inmobiliaria. En la actualidad las bodegas alrededor del patio pertenecen a la compañía Vinagres de Yema y la que se encuentra al comienzo de la calle ha sido transformada en una tienda de muebles.
Juan Gómez Benítez y Juan Ortega Álvaro
Los autores agradecen a Luis Garrido Quijano la información y fotografías aportadas