La mayoría de las características de las imágenes concebidas para las hermandades de penitencia actuales poseen un lenguaje claro y sencillo para que sea asimilado y comprendido inmediatamente por parte del público sin caer en la vulgaridad, un clasicismo en la interpretación de las formas con una técnica depurada, un afán naturalista y buenas dosis de expresionismo, dramatismo y teatralidad para cumplir la función para la que fueron creadas (FOT. 1).
Ideales de belleza, armonía y proporción a veces se subordinan al intento de reflejar un intenso realismo cotidiano y familiar. No olvidemos que en nuestra misma época el conservadurismo de las hermandades sigue imponiendo tradiciones basadas en la estética de los siglos XVII y XVIII y, aunque quizá el primitivo sentido docente de la imagen haya perdido parte de su valor persuasivo, sigue insistiéndose en guardar las líneas típicas de aquella época de esplendor artístico a la hora de los encargos a los imagineros o en las adaptaciones al nuevo uso penitencial y procesional de otras imágenes no pasionistas.
Los escultores que firman obras del siglo XX para hermandades de penitencia de El Puerto son destacados artistas del denominado “neobarroco andaluz”, la mayoría con obras en toda Andalucía. Ésta es la nómina de ellos:
– Antonio Castillo Lastrucci es autor de la Virgen de la Amargura (1944) y figuras que flanquean al Cristo de la Humildad y Paciencia (sayones y romanos, de 1960) (FOT. 2).
– Sebastián Santos Rojas talló la Virgen de Consolación y Lágrimas en 1965 (FOT.3).
– Luis Ortega Brú esculpe el Ángel y el apóstol Santiago en el paso de la Oración en el Huerto (FOT. 4) y la Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos (FOT. 5), ambas en la década de los sesenta.
– A Francisco Buiza Fernández se debe la imagen de Jesús Cautivo, tallada en 1975 (FOT. 6).
– El tallista e imaginero portuense José Ovando Merino, autor de varios pasos y retablos, es también quien esculpió el Crucificado de la Misericordia en 1949 (FOT. 7) y un Resucitado que procesionó por vez primera en la Semana Santa de 1988.
– El jerezano Francisco Pinto Berraquero talló las figuras de los sayones de Flagelación (1951), la imagen de Simón de Cirene ayudando a cargar con la cruz a Jesús de los Afligidos (1956) (FOT. 8), Jesús orante (1960) (FOT. 9) y la primitiva dolorosa de esta hermandad de la Oración en el Huerto (1961-62).
– Carlos Valle es el autor de los antiguos apóstoles Pedro (1976) y Juan (1977) y Juan Luis Doello de otro apóstol Santiago (1990) para la hermandad de la Oración en el Huerto.
– A ellos habría que añadir al imaginero Babío Núñez, autor de Cristo Resucitado (1998) (FOT. 10).
Francisco González Luque












