En esta intervención urbanística se muestra que la tecnología de construcción actual cuenta con sobrados métodos para construir viviendas dentro de edificios bodegueros respetando su estructura y estética (FOTO 1). Por ello, resulta difícil de comprender que el Plan Especial de Protección y Reforma del Casco Histórico y Entorno (Peprichye) haya optado por demoler bodegas y construir en su lugar bloques de viviendas de estética impersonal que destruyen el paisaje bodeguero del Campo de Guía (FOTO 2).
La bodega Sagrada Familia data de 1829 y es la de mayor valor arquitectónico de un conjunto ubicado entre la calle Larga y la Avenida de la Estación (FOTO 3). Aunque no se conoce quien la edificó, ya consta en la relación de propiedades de Joaquín de la Vega que aparecen en su partición de bienes redactada en 1841 (Archivo Histórico Provincial, Protocolos Notariales, Legajo 0490 Cádiz). En el plano geométrico de Miguel Palacios Guillén del año 1865 está asignada a Manuel Gaztelu Iriarte y en tiempos recientes perteneció a bodegas González Byass y posteriormente a Fernando A. de Terry.
Este conjunto fue objeto de una modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) del año 1992 realizada en el año 1997, plan que sigue actualmente vigente después de la anulación del PGOU del año 2013 (FOT. 4). En esta modificación se consideró que “mientras las bodegas alineadas a la calle Larga no tenían valor arquitectónico, la alineada a la Avenida de la Estación (Sagrada Familia) posee una buena estructura tipológica de bodega de gran crujía central (11 m), de cerchas de madera, y naves laterales menores (5,5 m). El edificio merece ser conservado y reutilizado para otros usos, admitiendo incluso una adaptación para usos residenciales, siempre que de la intervención propuesta pueda realizarse una lectura comprensible de la estructura tipológica original” (FOT. 5).
Estas limitaciones impidieron que la bodega Sagrada Familia se transformara en un proyecto residencial como el resto del conjunto bodeguero, aunque en la fachada exterior se implementaron amplios ventanales (actualmente cegados) que permitieran su uso como locales comerciales, hecho que nunca llegó a ocurrir, quedando la bodega sin uso durante largo tiempo (FOT. 6).
En el año 2023 bajo la normativa del Peprichye se aprobó el proyecto de construcción de 33 apartamentos turísticos que cuenta con medidas para respetar la estructura y volumetría del edificio, la disposición de los huecos, la composición de las fachadas y asegurar que la intervención sea reversible.
Para ello, se deberá crear una estructura metálica independiente, sin tocar los muros ni los pilares y sobre la solera existente se ejecutará un forjado suspendido para paso de instalaciones que evitará efectuar perforaciones (FOT. 7). Los apartamentos estarán dispuestos en las naves laterales, dejando el espacio central diáfano. Se añadirán dos lucernarios longitudinales en la nave central para aportar iluminación y resaltar los artesonados. La cubierta conservará la estructura de madera original de cerchas y correas, se retejará con teja cerámica curva sobre aislamiento y ripia existente.
Juan Gómez Benítez









