El ataque anglo-holandés de 1702 a Cádiz a consecuencia de la Guerra de Sucesión a la Corona española y el posterior saqueo de las poblaciones de Rota, El Puerto y Puerto Real puso en evidencia la necesidad de reforzar la costa de la ‘bahía exterior’, que solo contaba con las defensas del castillo de Santa Catalina y este había resultado muy dañado en la contienda.
Con este objetivo, además de fortalecer y ampliar el propio castillo, se construyeron a comienzos del siglo XVIII en la costa entre Rota y El Puerto, precisamente en la zona donde había desembarcado la flota anglo-holandesa, una serie de baterías. Pequeños recintos artillados con anchos y macizos muros, que dirigían su línea de fuego hacia la bahía para evitar el paso de navíos de guerra y defender las playas de posibles desembarcos.
En la actual costa portuense existieron cinco de estos recintos murados de planta más o menos trapezoidal con sistema de troneras y una pequeña edificación rectangular interior, denominada cuartelillo que hacía funciones de cuerpo de guardia, almacén y polvorín (FOT. 1).
El primer plano en el que se representa su situación y planta se debe al geógrafo francés Philibert Cornillon, quien debió llegar a Cádiz con el ejército o la armada francesa. Fechado entre 1710-1720, se conserva en la Biblioteca Nacional de París. Con el título “Carte Generalle de la baye de Cadis et des bateries qui sont aux environs” señala la posición de todas las defensas de la Bahía desde la isla de Sancti Petri hasta la desembocadura del Guadalquivir, con las plantas de los correspondientes los recintos defensivos (FOT. 2).
Características similares, aunque centrado exclusivamente en Cádiz y el tramo costero entre Sanlúcar y El Puerto, presenta el mapa del cartógrafo Jean de Beaurain del año 1734. Lleva por título “Plan de la Baye et Ville de Cadis: de la de la Riviere de St. Lucas de Barrameda de ses environs” (Instituto Geográfico Nacional. Signatura 32-D-15) (FOT. 3)
De una cronología ligeramente posterior, 1737, es el detalle de plantas y perfiles de las baterías existentes entre Rota y el Castillo de Santa Catalina (FOT. 4) (Archivo General de Simancas. Signatura: MPD, 08, 235.), realizado por el teniente general e ingeniero jefe español Ignacio Sala quien había sido designado en 1724 director de las obras de fortificación de Cádiz.
Pasadas algunas décadas de su construcción hubo que acometer trabajos de reparación en todas ellas como pone de manifiesto un dibujo sin firma de 1730-40 en el que se detallan los deterioros existentes y costes para su arreglo (FOT. 5) (Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército, Signatura: Ar.G-T.8-C.3-671)
De 1760 es el plano del ingeniero militar Francisco de Lapierre, con la situación de todas las fortificaciones entre El Puerto y Sanlúcar, señalando las que estaban en servicio y las que en esa fecha se podían abandonar por no ser necesarias (FOT. 6) (Archivo Cartográfico de Estudios Geográficos del Centro Geográfico del Ejército Signatura: Ar.G-T.8-C.4-703).
R.G.R.








