A propósito de algunos exvotos en los templos de Venus y la Virgen de los Milagros

Nuestra Patrona La Virgen de Los Milagros, o como diría D. Luis Suarez Ávila, por otro nombre Santa María de El Puerto, ha sido desde su llegada a nuestra ciudad, allá por el siglo XIII, muy venerada por los distintos milagros realizados a sus fieles y no fieles (FOT. 1).

El primer milagro, que sabemos realiza, es sobre la salud del propio rey Alfonso X El Sabio cuando estaba aquí, en El Puerto, quien a su manera le deja unos exvotos en forma de sus famosas Cantigas. Desde entonces, tanto en el Castillo de San Marcos como después, a partir del siglo XV, en la Basílica Menor, donde tiene su capilla, ha sido muy venerada por sus diversos milagros.

Esto, lo podemos observar en el sin fin de exvotos que con el paso de los siglos se han ido acumulando en su camerino, la mayoría representando el milagro realizado. Cuadros, todo tipo de joyas, pero sobre todo está representado el cuerpo humano y sus partes, ojos, piernas, manos o cuerpos completos, en todo tipo de metal oro, plata, cobre o bronce (FOT. 2). Recordándonos sin duda lo que ocurre en otro templo y tiempo, en un santuario muy cercano, el Santuario de la Algaida.

Los exvotos de ambos templos son muy parecidos, por no decir iguales, la diferencia es que son más de 2.200 años más antiguos (FOT. 3). Pero sabemos que la simbología podría representar lo mismo, la curación o salvación de la vida, o de un órgano de nuestro cuerpo, nuestra familia, la protección de los bienes, la firma de un buen acuerdo comercial o viaje, una buena captura en las pesquerías, etc. Esto está bien presente en la morfología de los exvotos.    

La cuestión es que, en distinto tiempo cultura y medios, encontramos en nuestras creencias la satisfacción recibida, como parte de nuestra fe.  Hoy la advocación es a la Virgen de Los Milagros, pero entonces, por el siglo IV a. C., era al Lucero, a Venus, el sentido es el mismo: nuestros deseos como humanos.

El Santuario, está situado en el pinar de la Algaida, en Sanlúcar de Barrameda. La zona excavada se conoce como El Tesorillo, recordando la denominación con la que se conocían estos santuarios ‘Tesoros’. Son en realidad pequeños templos, dedicados a recibir el culto de los peregrinos que vienen a realizar las ofrendas, por los dones recibidos o pedidos, tanto en la salud como en los negocios.

Este lugar, parece que tuvo un uso, entre los siglos VI-II a. C., si bien Estrabón lo cita como Phosphoros poco antes del cambio de era. Denominación que hace referencia al lucero del atardecer, al planeta Venus, la Lucis Dubiae fanum de los autores latinos. Esta luz crepuscular, de gran utilidad para los navegantes, se asocia con los hallazgos marinos hallados en el santuario.

La cercanía de este santuario a las factorías púnico-gaditanas pesqueras portuenses puede estar relacionado con las personas de esta industria, de las que hablaremos en otra ocasión. Son coincidentes en el tiempo, recordemos aquí que estas factorías comienzan en el siglo VI a.C. y finalizan en el II a.C. Las ofrendas son muy variadas, pero entre ellas hay una serie de exvotos que como podemos ver en las fotografías son idénticos a los de la Virgen de los Milagros. Brazos, manos, piernas o placas batidas con parejas de ojos (FOT.4), fíbulas e hilos de plata, posiblemente de un manto, anillos signatarios, terracotas, cuentas de collar de cornalina, de pasta vítrea, cerámicas, vértebras de pescado, conchas perforadas, o muchos otolitos de corvina, entre otras muchas ofrendas.

Juan José López Amador

1. – A la izquierda, Deidad femenina de El Tesorillo de la Algaida, foto cortesía Manuel J. Parodi Álvarez. A la derecha Nuestra Señora de los Milagros, con la coraza y faldón de plata donado por los Duques de Medinaceli en 1671. Cortesía Archicofradía y Esclavitud de Ntra. Sra. De los Milagros

2.- Ojos brazos y pies, ofrendas de la Virgen de los Milagros. Foto López Amador
3.- Brazo y pie, ofrendas procedentes de La Algaida. Foto López Amador
4.- Arriba ofrenda de La Algaida, placa de plata con ojos repujados. Centro, ojos de plata ofrenda de la Virgen de los Milagros. Abajo, ofrenda de La Algaida, anillo de plata con representación de pez, sin duda de la bahía, fácilmente reconocible. Foto López Amador

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