No hemos encontrado hasta el momento información directa sobre la actividad comercial de Vicente María de la Portilla y del origen su cuantioso patrimonio declarado en más de 6millones de reales de vellón. Pero sí existe detallada información de la participación en el tráfico de esclavos de sus herederos después de su muerte en 1851, y en particular de su viuda que fundó la comercial Viuda de la Portilla, de su hijo Antonio que fue su director y de su yerno Manuel Lloret que tenía la misma actividad. Es por tanto previsible que esta actividad fuese ya iniciada por Vicente María de la Portilla.
Esta información resulta del apresamiento en 1864 por la marina británica de la fragata de su propiedad América dedicada al tráfico de esclavos y la posterior expropiación por el tribunal mixto hispano británico. Esto supuso grandes pérdidas económicas para los traficantes y para el Banco de Cádiz que la financiaba y que determinó su quiebra que se tradujo en un largo pleito (Cádiz y el tráfico de esclavos. De la legalidad a la clandestinidad. Sílex Ediciones, Madrid, 2018)
Otro reconocido traficante de esclavos que invirtió en bodegas fueron Antonio López López, marqués de Comillas y propietario de una poderosa naviera, cuyo hijo Claudio López Bru II Marqués de Comillas tuvo durante un tiempo una de las bodegas del conjunto que conforma en la actualidad la bodega Gutiérrez Colosía en la ribera del río de nuestra ciudad.
Los hermanos Fernando y José Abarzuza, que fueron apoderados en Cádiz de la naviera del marqués de Comillas, también invirtieron en el mundo del vino y fundaron la bodega Abarzuza y Cía. que se encontraba en la Segunda Aguada de Cádiz. Esta bodega elaboraba y comercializaba vinos de Jerez y estuvo en activo hasta 1964 cuando una modificación del consejo regulador limitó la crianza de los vinos de Jerez a las bodegas ubicadas en Jerez, El Puerto de Santa María y Sanlúcar de Barrameda.
Esta afluencia de capital procedente del tráfico de esclavos no debe sorprender pues, dada la gran actividad comercial de Cádiz con América desde el traslado de la Casa de Contratación de Sevilla a Cádiz en 1717, esta ciudad se convirtió en el centro del tráfico ilegal de esclavos con América y especialmente con Cuba. Este tráfico era extremadamente rentable por su carácter ilegal. Según se recoge en el libro antes citado, entre 1820 y 1866 se desembarcaron en La Habana más de 15.000 esclavos, de los que unos 4.000 llegaron en barcos procedentes de Cádiz, de donde partió el 65 % de los barcos negreros de España.
Todavía quedan recuerdos de aquella época en la toponimia gaditana. En el plano de Cádiz de 1880 se puede ver todavía el Baluarte de los Negros que parece ser recibía este nombre porque allí se encontraba la antigua alhóndiga donde se subastaban los esclavos. En el solar de la alhóndiga se construyó posteriormente la antigua fábrica de tabacos y se ocupa actualmente con el palacio de congresos; el baluarte fue demolido en 1906. Junto al baluarte aparece en el plano la calle Negros que hoy recibe el nombre de Callejón de los Negros, posiblemente, porque por allí eran conducidos los esclavos hasta la alhóndiga.
Juan Gómez Benítez