El nombre de bodegas La Pastora es una abreviación del nombre original La Divina Pastora que se puede leer en el medio punto de la puerta principal de la calle Valdés donde también pueden leerse las letras Y C, iniciales de Ysasi y Castroverde (foto 1). En esta región ha existido tradicionalmente mucha devoción a la Divina Pastora, existiendo en Cádiz una iglesia y una hermandad dedicada a esta advocación (foto 2).
En aquel tiempo era muy frecuente poner nombres religiosos a las bodegas, como las de Santa Ana (actual bodega de Gutiérrez Colosía), San José, San Miguel, San Fernando y Sagrada Familia de Terry y la de Jesús María y José (actual sede de Destilerías Guadalete), conocida popularmente en su momento como la bodega del estornudo.
En la partición de bienes del testamento de Tomás Osborne Böhl de Faber realizada en 1890 (foto 3) ya aparece el casco de bodega C.E.E. como propiedad en proindiviso con su hermano Juan Nicolás. Esta bodega la recibieron en herencia todos sus hijos varones.
En el año 1909 Roberto Osborne Guezala, hijo de Tomás Osborne Böhl de Faber y fundador de la Cerveza la Cruz del Campo de Sevilla, compró la bodega de la esquina calles Sol y Valdés al tonelero Cayetano García Caro por un precio de 9000 pesetas (foto 3).
En el catastro urbano y rústico de 1893-1943 aparece que la bodega esquina Moros y Ximenez Sandoval, pertenecía a Francisco de Borja Lizaur y Paul, gaditano de origen vasco (1845-1891).
Durante la guerra civil española la bodega de la calle Los Moros se usó de almacén para el regimiento de soldados italianos que formaba parte del contingente que participó en la guerra (foto 4). Este regimiento estaba alojado en el cuartel de artillería de la plaza del Polvorista, actual teatro municipal Muñoz Seca. Parece que el uso de almacén militar y de maquinaria de las bodegas de La Pastora se mantuvo bastante tiempo después del final de la guerra, hasta al menos los años 60.
Posteriormente, la bodega tuvo un largo uso bodeguero, albergó la solera del Coquinero, uno de los vinos míticos de El Puerto y el resto tuvo un uso variado, como la fermentación de mostos en botas. En los años 80 y 90 se instalaron allí algunas de las soleras de vino fino que componían el Fino Quinta, época en la que este vino alcanzó una posición muy destacada en el mercado, llegando a producirse casi 250.000 cajas de 9 litros de Fino Quinta en el año 1986.
En el año 2001 Osborne vendió un conjunto de bodegas del Campo de Guía que incluía las bodegas de La Pastora a la inmobiliaria cordobesa Grupo Prasa, en una operación inmobiliaria que pretendía remodelar el uso del espacio bodeguero de la calle Valdés. Esta operación tuvo un gran rechazo ciudadano y finalmente no se aprobó y el proyecto cayó en el olvido. Esta inmobiliaria quebró durante la crisis financiera del 2007 y todos los cascos de bodega pasaron a propiedad de entidades bancarias y se encuentran en la actualidad en situación de abandono.
En el Peprichye la bodega de la Pastora tiene un Nivel III de Protección Estructural y está incluida en el AER-04 La Pastora que incluye las siguientes actuaciones:
- Cesión al ayuntamiento del Bodegón (Esquina Ximénez Sandoval-Los Moros) para Servicio de interés público y social.
- Recuperación del Callejón de San Diego para comunicar las calles Comedias y Ximénez Sandoval
- Servicios Terciarios (uso comercial) a las naves Coquinero, Doña Frasquita y RO (Calle Valdés)
- Uso residencial a la nave Comunidad Económica Europea (esquina Comedias-Los Moros)
Muy recientemente una importante inmobiliaria ha comenzado a anunciar una promoción de viviendas en los terrenos de la bodega.
El autor agradece la información aportada por Ana Becerra, técnico del Archivo Histórico Municipal y a Jesús Navarrete de Bodegas Osborne.
Juan Gómez Benítez

