El privilegiado mirador que constituye la azotea del hospital de san Juan de Dios nos ofrece vistas completamente inéditas de determinados elementos patrimoniales portuenses.
En dirección a poniente y por delante de la Basílica de Nuestra Señora de los Milagros, que a modo de gran buque insignia domina el horizonte, nos aparece una bella torre-mirador vestigio de una época en la que ciudad vive una etapa de apogeo económico relacionada con el comercio de mercancías procedentes de la América Colonial.
Completamente oculta al viandante entre el entramado de calles, escondida tras modernas y elevadas edificaciones y solo visible desde las vecinas azoteas, pertenece a la casa-palacio de la familia Bernabé Madero, miembro de la oligarquía comercial, cuya espléndida y original fachada se alza en la calle Palacios 48.
De planta cuadrada y decoración apilastrada en el cuerpo central, remata en una torrecilla octogonal, único elemento visible desde la calle, cuya preocupante inclinación nos hace temer por su propia integridad.
No es esta la única torre-mirador que pervive en la ciudad. En otro artículo dedicado a las torres-mirador portuenses proponemos un recorrido a pie por estas torres-vigía propias del siglo XVIII. No pierdas la oportunidad de contemplarlas.
R.G.R.