El Monasterio de la Victoria es una de las fabricas finimedievales más interesantes de la Baja Andalucía, en cuyo proceso constructivo son visibles las huellas de la catedral de Sevilla, la arquitectura castellana y la influencia de la arquitectura portuguesa del último gótico.
La construcción del monasterio de la Victoria de El Puerto de Santa María se inserta en la tradición del mundo medieval y concretamente del gótico. A pesar de que se levanta en la primera mitad del siglo XVI, sus promotores, optaron por un arte cuya escritura visual comprendía y valoraban, el último gótico. El aprovechamiento de piedra era fundamental para la construcción de un edificio, debía ser de la mejor calidad y veta posible para garantizar la estabilidad del edificio. Por ello los canteros recibían órdenes precisas para que cuando se acercaban al rejal, es decir, a escasos metros de la boca de la cantera donde se apilaban la piedra de canto y cruzada una sobre otra, eligiesen la mejor posible. El hecho de hablar de la “marca”, teniendo en cuenta que la piedra de la Sierra de San Cristóbal tenía más o menos la misma morfología, corrobora que existía un sistema de marcado de las piezas en la misma cantera y que llevaba la marca del cantero sacador.
Si bien Jerez de la Frontera fue una ciudad de realengo que contó con importantes rentas agrarias que permitieron la financiación de fábricas, El Puerto de Santa María perteneció a los dominios señoriales de los duques de Medinaceli, quienes impulsan esta villa alfonsí y la convierten en una ciudad condal plena durante los siglos XVI al XVIII. No es exagerado afirmar que El Puerto de Santa María fue un lugar de memoria para el linaje de “Cerda” y es desde esta óptica con la que se debe estudiar la fundación y obra del monasterio de Santa María de la Victoria, patrocinada íntegramente por los II duques de Medinaceli, Don Juan de la Cerda y doña Mencía Manuel de Portugal.
La historiografía señala que la función de Santa María de la Victoria se debió a un posible uso como panteón dinástico. Por lo que debe ser vista como un memorial simbólico para la salvación de las almas de sus fundadores y familiares. Aunque los duques, nunca decidieron enterrarse en él, pero si consta que su dotación se hizo para la salvación.
Por otro lado, las escrituras de formación, contratación y producción de los maestros canteros que en él intervinieron se insertan en el tejido del taller de origen medieval. Es por ello que se trata de una de las fábricas tardogóticas más interesantes de la Baja Andalucía, la portada de su iglesia es una copia reducida de los modelos de las puertas de Palos y Campanillas de la Catedral de Sevilla, así como de la arquitectura castellana (focos de Burgos y Toledo). MA. M.V.
(Fuentes consultadas: R. Romero Medina: “«De buen rejal mejor marca». Las compras de piedra para la obra de un edificio finimedieval: Santa María de la Victoria de El Puerto de Santa María”. Revista de Historia del Puerto nº 62, 2019 (1er Semestre), 29-99)