Monasterio de Sta. María de la Victoria (III).- La portada

La portada de la iglesia es sin duda uno de los elementos más destacados del conjunto conventual (FOT. 1).  

Está enmarcada por dos grandes contrafuertes verticales sobresalientes a modo de grandes estribos coronados por pináculos y agujas que le sirven de marco y en los que se alojan repisas y doseletes. Entre ambos contrafuertes hay un arco conopial que tiene en su vértice un escudo con las armas de la Cerda -el castillo y el león rampante de las armas reales de Castilla y las tres flores de lis de Francia-, al ser los duques los patronos que hicieron posible su construcción.

Concebida a modo de retablo, tiene abundantes elementos decorativos: vegetales –cardinas o hojas e cardo (FOT. 2)–, geométricos –cuadrifolios (FOT. 3)– y figurativos, especialmente animales reales o fantásticos inspirados en los bestiarios medievales, todos ellos propios de los últimos años del siglo XV.

El tímpano de la puerta se haya partido en dos mitades por una hornacina que albergó la imagen de Ntra. Sra. de la Victoria, titular del monasterio (FOT. 4). Dicha imagen según Romero de Torres y H. Sancho era de alabastro, de gran calidad y se conservó hasta pocos años antes de 1925.

Esta portada sigue un esquema compositivo que se repite en templos de la zona, como S. Miguel o S. Mateo en Jerez, o la Puerta del Perdón en la Basílica Menor Prioral en El Puerto de Sta. María (FOT. 5).

Todo el programa iconográfico según A. Aguayo (Rev. de Hist. de El Puerto. núm 40, 2008), a pesar de la dificultad que presenta la identificación de las figuras debido al desgaste de la talla, ha de entenderse como lucha entre el Bien y el Mal, en la cual el único camino de salvación viene dado por la puerta de entrada al monasterio, a la Iglesia.

De esta forma, entre otros motivos ornamentales, encontramos en el dintel de la puerta, siguiendo el eje generado por la hornacina de la Virgen y ocupando el punto central, aunque muy deteriorada, la figura del cordero, en alusión al Cordero Místico. A la derecha del mismo y alternando con cardinas se sitúan los elementos positivos: la salamandra (FOT. 6) y el Ave Fénix y a la izquierda, también entre cardinas, los negativos: el mono (FOT. 7) y el pecador enredado en las ramas de sus vicios (FOT. 8).

En el friso superior, se suceden distintos animales, todos ellos símbolos de pecados y vicios, con el león (FOT. 9), representando al demonio, como figura central.

Por tanto, la portada de la iglesia representa el elemento simbólico del edificio. En palabras de M. García Pazos “la puerta es uno de los símbolos más importantes en la cultura cristiana, límite entre condenación y salvación. En este tránsito, María es la que vence al pecado y domina la portada en línea con el escudo familiar, pues son los duques, con su patronazgo, los que lo hacen posible. El edificio se convierte pues en un lugar cargado de simbolismo para la casa ducal”. –

Pilar Sánchez Toscano y R.G.R.

1. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada
2. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada. Cardinas
3. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada. Cuadrifolios
4. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada. Hornacina en la que estuvo situada la imagen de la Virgen
5. Basílica Menor Ntra. Sra. de los Milagros. Puerta del Perdón
6. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada. Salamandra
7. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada. Mono
8. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada. Pecador enredado en las ramas de sus vicio
9. Iglesia de Sta. María de la Victoria. Portada. León

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