Buena parte de las bodegas del Campo de Guía fueron construidas por ricos comerciantes gaditanos, como Moreno de Mora, Ruiz-Tagle, de la Portilla, Pico, Lasanta, etc, que las explotaron durante una o dos generaciones y después vendieron a bodegueros locales (Osborne, Terry) o de otras procedencias (Vergara, Campbell, etc.). Pero en las bodegas que se describen en este artículo sucede lo contrario, pues al menos una de ellas fue construida por un portuense y después fueron utilizadas sucesivamente por varios bodegueros gaditanos hasta su cierre definitivo como bodegas. Por ello, estas bodegas se pueden calificar como “muy gaditanas”.
Se conocen como bodegas ‘Cuvillo Los Moros’ a dos bodegas contiguas situadas en torno al número 17 de la calle Los Moros, que formaron parte del conjunto de bodegas de Cuvillo hasta la desaparición de esta bodega a mediados de los años 80 (FOT. 1). La primera de estas bodegas es la sede actual del archivo municipal central desde el año 2010 y fue construida por José Jiménez en el año 1834 (FOT. 2); la segunda es actualmente la casa de la Hermandad del Rocío de El Puerto y se desconoce quién la mandó edificar y su fecha de construcción (FOT. 3). Las bodegas pertenecieron posteriormente a la sociedad Lacave Echecopar, a Carlos Federico Rudolph y por último a Sánchez Cossío, antes de ser adquiridas por Carlos Cuvillo Izquierdo a finales del siglo XIX; todos ellos eran procedentes de Cádiz.
En tiempos de Cuvillo a la primera la denominaban bodega Cossío por el anterior propietario, y contenía soleras de vino; a la segunda bodega, que fue la sede de las oficinas de Cuvillo, la conocían como bodega San Carlos, en referencia a Carlos Cuvillo que fue el primer Cuvillo que se asentó en El Puerto siendo administrador de José Moreno de Mora, y posteriormente de su viuda Micaela Aramburu.
El proyecto de la primera bodega se conserva en el Archivo Histórico Municipal de El Puerto de Santa María (Policía Urbana, año 1834, legajo 81, Expediente 3) que incluye un plano de planta y alzado de la bodega (FOT.4). En él se recoge manuscrito y firmado por el maestro mayor Diego Filgueras el siguiente texto:
“He reconocido dichos planos de planta alzado y el …y no encuentro reparo en su continuación siendo … cuanto esta prebenido en la ejecución de dichas obras. Puerto de Santa María 13 de mayo de 1834”.
Se debe tener en cuenta que hasta bien entrado el siglo XIX la normativa urbanística relativa al ornato público y policía urbana (equivalente de la actual licencia de obras) era muy somera y solamente regulaba las formas y medidas de las fachadas y elementos exteriores de las edificaciones.
Los autores agradecen a Santiago Jurado Gordillo, antiguo empleado de Cuvillo, la información facilitada. –
Juan Gómez Benítez y Juan Ortega Álvaro