De paseo por las torres-miradores portuenses

Palacios y casas históricas

Salpicando nuestro casco histórico despuntan sobre el caserío como atalayas vigilantes las torres–miradores, que en muchos casos pasan desapercibidas al viandante al estar ocultas por modernas edificaciones.

Construidas principalmente en el siglo XVIII, estas históricas torres emergen con frecuencia en las que fueron casas de cargadores a Indias –aunque no todos estos comerciantes levantaron torres en sus residencias–, lo que se ha vinculado con la vigilancia y control de los barcos cargados de mercancías procedentes de la América colonial. Además, debieron de cumplir una función de recreo y representativa como símbolo de la riqueza económica y del estatus social de sus propietarios.

Muchas se han perdido, otras están en estado ruinoso, caso de la ubicada en el interior del palacio del marques de Arco Hermoso en la cl. Durango 7, en algún caso se han remozado, pero en general no están protegidas y conservadas como se merecen.

Comienza nuestro paseo en Campo de Guía, en la casa-palacio de Furnes, más tarde de Moreno de Mora, quizá una de las más conocidas debido al protagonismo que adquiere en un entorno dominado por construcciones bodegueras. De cuerpo poligonal, destaca por su decoración pintada y sus pináculos cerámicos. Sigue el modelo gaditano conocido como “de sillón y garita” en la que, a modo de respaldo de asiento, un cuerpo elevado ocupa la mitad de la planta que a su vez remata en una torrecilla que servía de observatorio cubierto (nº 1).

A este mismo modelo, también con bellos pináculos cerámicos, responde la de la casa-palacio de Patricio O’Neale, en la confluencia de la cl. Larga con Santo Domingo (nº 2).

Sin garita y con variantes decorativas de carácter arquitectónico, como juegos de cornisas, molduras etc., son las torres emplazadas en la casa Roche, cl. Santa Lucía 8(nº 3) y en cl. San Bartolomé 9 (nº 4).

Muy cerca de esta última asoma, aunque muy escondida entre el entramado urbano y solo visible en parte desde la confluencia de las calles San Bartolomé y Palacios, la perteneciente al conocido como palacio de Bernabé Madero (nº 5). Asimismo, es apenas perceptible, excepto desde la cl. Jesús Cautivo, la situada en la vivienda de Cielos 81( nº 6).

De tipología completamente distinta: planta octogonal, vanos de medio punto a cada lado y barandilla perimetral, es la correspondiente al antiguo colegio de los Jesuitas (nº 7) en la esquina de cl. Luna y Nevería.

Termina nuestro recorrido en el barrio alto. Entre las calles Cruces y Pozuelo, actual Federico Rubio, nos sale al paso la torre del palacio del marqués de Villarreal y Purullena(nº 8). De planta cuadrada, con tejadillos a cuatro aguas y arcos de medio punto en cada frente, se aparta del modelo portuario anterior y nos acerca a los miradores característicos de las residencias propias de la nobleza de las poblaciones bajo-andaluzas de interior. Les animamos a descubrirlas.

R.G.R.

Plano Torres Mirador
Distribución de las torres -mirador sobre plano de El puerto de Sta. María. Aprox. 1812
Torres-Mirador numeradas
Torres-mirador numeradas según leyenda del plano 1812 aprox.

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