La pescadería, como zona de desembarco y venta del pescado, es lo que vino a dar nombre a esta plaza. Aquí estuvo radicada esta importante actividad para la ciudad al menos desde comienzos de la Edad Moderna. Era habitual en estas centurias que el mercado de pescado estuviera separado del de la carne y las verduras, en un lugar cercano al punto de desembarco.
El documento gráfico mas antiguo de la pescadería se halla en el plano realizado en 1603 por el ingeniero Cristóbal Rojas. Aunque se trata de un proyecto de construcción de atarazana y muelle para reparo y provisión de la escuadra de Galeras, aparece rotulado como uno de los hitos de referencia en la ciudad la “Pescadería”, situada al pie de la “Playa de Baxamar”, y a la derecha de “El Castillo”.
Anselmo Ruiz de Cortázar en su obra “Puerto de Santa María Ilustrado…” recoge la edificación de una nueva pescadería en 1682, según se leía una inscripción allí existente, y la describe de la siguiente forma: Tiene una cuadra capaz con dos arcos y sus claros cerrados por rejas de hierro por donde suelen vender el pescado, aunque las más veces es tanta la abundancia que se extienden los pescadores por todas las calles.
Esta pescadería, a su vez fue sustituida un siglo después, en 1778, por una nueva lonja levantada a instancias del conde O’Reilly delante del castillo, frente al muelle, aprovechando, según recoge J. R. Ramos Caneda, las obras emprendidas unos años antes para la construcción de la Casa Consistorial y cárcel. Dichas obras fueron paralizadas por el duque de Medinaceli quedando “en alberca, afeando muchísimo la hermosura de la plaza que está enfrente del desembarcadero de Cádiz y que solo servía para inmundicias y abrigo de mujercillas y mala gente”.
Se trata de un edificio exento de un solo piso, planta rectangular y patio central abierto, conocido en la actualidad como “El Resbaladero’’. Consta de un solo piso, planta rectangular y patio central abierto. Su elegante fachada hacia frente, en el momento de su construcción, a la zona portuaria, conformando uno de los lados de la plaza. Presenta pabellones en los extremos y entre ambos una línea de soportales. En el centro se eleva un remate piramidal con el escudo municipal y un pez, en referencia a su uso.
Con el tiempo se vio la necesidad de dotar a la ciudad de una nueva lonja de pescado para atender no solo a las necesidades locales, sino también a la industria de distribución (Barros Caneda 1991). De esta forma, en 1876, tras un proyecto previo, desechado por costoso, se inaugura, en el espacio existente entre la antigua pescadería y el muelle, una nueva lonja, que estuvo activa hasta mediados del siglo XX, comenzando así un proceso de destrucción y perdida de uno de los espacios públicos mas representativos y con mayor historia de nuestra ciudad.
F.J.R./ R.G.R