Fachada a la calle Catavino
Si se comparan el plano de alzado del proyecto original y la fachada actual de la calle Catavino (en aquél era nombrada Comedias) (FOT. 1) comprobamos que no ha sufrido modificación alguna, salvo, quizá, no haber reforzado con almohadillado los límites laterales de ésta (en la esquina con la calle Fernán Caballero y en la anexa bodega Los Cuarteles) y el añadido del nombre de la empresa propietaria, Osborne, ocupando actualmente el centro de dicha fachada (FOT. 2).
Simplicidad y funcionalidad caracterizan esta fachada que se alza en yuxtaposición a la de Los Cuarteles y aparentemente sin interrupción de líneas compositivas y decorativas (FOT. 3). Sobre un zócalo que corre a lo largo de ella se eleva el muro abierto por trece ventanas (la central, ahora cegada) que posibilitan luz y ventilación a su interior. Se trata de sencillos huecos rectangulares con todo el marco recercado de cantería. El único motivo que rompe la sobriedad de esta fachada es la palabra componiendo el apellido del primitivo y actual propietario a base de letras grandes bajo las ventanas en la parte central del muro.
Interior
En el espacio interior de esta bodega, como en todas, se diferencian los soportes continuos y los discontinuos. Los primeros son los gruesos muros perimetrales que lo delimitan y en cuyo tercio superior se abren veintiocho ventanas (las cuatro de la calle Fernán Caballero, las doce de la calle Catavino -sin contar la cegada-, las nueve del patio y los tres óculos de la fachada principal). Como también es característico, están enrejadas y cubiertas de esteras para tamizar la luz que penetra desde las calles y patio. Las cinco crujías o naves quedan separadas mediante cuarenta y ocho elevadísimos y sencillos pilares de sección cuadrangular y piedra arenisca revocados y ennegrecidos por el moho de la humedad y el paso del tiempo (FOT. 4).
En cuanto a su cubierta, una originalidad en el alzado interior de esta bodega consiste en haber sustituido “las tradicionales arcadas por una estructura adintelada formada por jácenas de madera con ménsulas de apoyo dispuestas sobre los pilares”, como se indica en el Peprichye. Estas vigas maestras o jácenasse colocan encima de los capiteles de los pilares sobre grandes piezas de madera llamadas ménsulas que reparten el peso de la cubierta en mayor longitud de viga. Esta estructura también conocida como arquitrabada, utilizada de forma menos frecuente en bodegas que la de arcadas, se usaba por su mayor simplicidad y menor coste. La estructura de la techumbre se compone con vigas y alfarjías de madera y ladrillo por tabla con cubierta de teja árabe en el exterior.
Las bodegas que, como esta, tienen un número impar de naves no tienen pilares en el eje principal de la bodega bajo la línea de intersección de las dos vertientes de cubierta, lo que obliga a un perfecto ajuste entre las vigas de las dos vertientes (FOT. 5) . Debe destacarse que las vigas de madera de esta bodega, que deben ser las de la construcción original, se encuentran en un excelente estado de conservación, lo que muestra el buen mantenimiento que la bodega debe haber tenido a lo largo del tiempo. –
Juan Gómez Benítez y Francisco González Luque