En el Plan Especial de Protección y Reforma Interior del Conjunto Histórico y su Entorno (Peprichye), aprobado en abril de 2021, todos los edificios monumentales de El Puerto, y entre ellos las bodegas, están catalogados con diferentes niveles de protección según su calidad arquitectónica, valor patrimonial y estado de conservación.
Dentro del nivel I de protección integral están los grandes monumentos de El Puerto, como la Iglesia Mayor y el Castillo de San Marcos, y no hay ninguna bodega. En el nivel II de protección global están las seis mejores bodegas que deben ser conservadas en sus principales aspectos y sólo se permiten actuaciones menores.
En el nivel III de protección estructural se encuentran edificios de valores significativos de entidad, pero se permite modificaciones parciales, conservando siempre fachada y elementos estructurales; hay 26 bodegas en este nivel.
En el nivel IV de protección medioambiental se encuentran edificios con notables valores arquitectónicos, que por su estado de conservación no puedan protegerse más que en fachadas, y algunos elementos de valor; hay 11 bodegas en este nivel.
Además, se crean 25 Áreas Específicas de Revitalización (AER), de las que 13 afectan a espacios bodegueros, para reordenar y dar uso a determinados espacios urbanos mediante actuaciones destinadas a promover una mejora general del área. En estas actuaciones, se modifica el uso autorizado de determinados grupos de edificios y solares que estaban muy protegidos en el vigente PGOU y se consigue la cesión de algunos edificios y solares para usos públicos. Dependiendo de las actuaciones, este plan tiene un plazo de ejecución variable entre cinco y diez años.
La bodega Buenos Aires está catalogada como de nivel III y actualmente está en desuso y en mal estado de conservación. Está incluida en el Área Específica de Revitalización (AER)-06 San Bartolomé que actúa sobre la mitad occidental de la manzana delimitada por las calles San Bartolomé, Los Moros, Comedias y Valdés, estando en concreto esta bodega destinada a usos comerciales
La bodega El Frigorífico fue construida por Osborne en los años 70 en el almizcate norte de la Bodega Buenos Aires a raíz del traslado de la elaboración de brandy a la bodega El Tiro. Como su nombre indica tenía las instalaciones de refrigeración y tratamiento de los vinos previas a su embotellado. Actualmente está vacía y en desuso y el edificio de fachada está muy deteriorado. Está catalogada como de nivel IV e incluida en el AER-06 San Bartolomé y destinada a usos residenciales.
En la bodega 501 la zona de oficinas ocupa las crujías inmediatas a la calle Valdés y se encuentra en buen estado de conservación. Está catalogada como nivel III y la fachada urbana de la calle Valdés constituye una impronta interesante del paisaje urbano y la edificación de las oficinas tiene una tipología constructiva tradicional. Está incluida en el AER-02 Bodegas 501 en el que se reserva una superficie de terreno destinada a equipamiento y servicios públicos en la fachada de la calle Valdés y se da uso residencial a la zona industrial interior.
El Alambique formó parte inicialmente del conjunto de las actuales bodegas 501, pero posteriormente se modificó profundamente; la bodega está en la actualidad en desuso. Está catalogada como de nivel IV y no está incluida en el AER-02 Bodegas 501 colindante.
La bodega Cuvillo Valdés se encuentra en un relativamente buen estado. Está incluida en el AER-06 San Bartolomé y destinada a usos comerciales.
Hubiera sido deseable que el Campo de Guía hubiese preservado completo. Pero, dado que en el Peprichye se ha optado por un equilibrio entre conservación y reestructuración total, al menos el plan debería cumplirse en tiempo y forma. Pero se ha necesitado casi un año para elaborar el reglamento de la Comisión de Seguimiento y Evaluación del Plan Especial (COMSEPE), que como pronto estará vigente en junio. Y mientras se acumulan los retrasos, los bellos edificios y bodegas de El Puerto se siguen degradando.
Juan Gómez Benítez