Callejeando por el centro histórico de El Puerto nos salen al paso diversos cañones guarda esquineros de la Edad Moderna, elementos patrimoniales que nos ayudan también a conocer la historia. Integrados perfectamente con la arquitectura de los antiguos edificios y bodegas, pasan casi desapercibidos a nuestros ojos, aunque desde hace muchos años forman parte del paisaje de la ciudad.
Se trata de cañones de avancarga (la carga se realizaba por la boca), en hierro fundido, y en algunos pueden verse los muñones para colocarlos sobre un soporte (afuste o cureña) lo que facilitaba su disparo. Se empleaban indistintamente a bordo de los buques o en tierra, variando solamente la forma del montaje, su cureña.
La función de estas piezas, ya en desuso, procedentes de pecios marinos o de desguaces de buques y cañoneras, era la de resguardar las esquinas de los edificios del paso de los carruajes, evitando que al chocar las ruedas produjesen daños. Su uso perduró hasta que comenzaron a urbanizarse las calles con aceras, separando así las ruedas de las fachadas.
Como ha estudiado A. Ramos Gil, este tipo de guardacantones son muy característicos en las poblaciones del entorno de la bahía de Cádiz, siendo la ciudad de Cádiz, donde se conservan más de un centenar, un verdadero museo de la artillería al aire libre.
Casi todos ellos se localizan entre las calles S. Bartolomé, Los Moros, Valdés y Pza. de Elías Ahuja y están situados en la casa de las Cuatro esquinas o “La Carraca” y las bodegas San José y Campbell. Fuera de esta zona, otro mas se ubica en la esquina de la plaza Cristóbal Colón con la plaza Alfonso X.
R.G.R.