La familia Voss (o Vos), según se refleja en el Archivo Municipal, eran de origen flamenco, concretamente de Amberes y llegaron a El Puerto por motivos religiosos, ya que eran católicos.
Nos consta que en 1730 ya tenían una importante actividad, dedicándose a la importación de textiles desde Europa para su venta en América. Estos prósperos comerciantes llegaron a asociarse a una de las familias más destacadas de la ciudad, los Winthuyssen. Además, la familia adquirió importantes fincas urbanas, siendo la casa palacio de la calle Nevería 38 (hoy Pedro Muñoz Seca, 44) la más importante. Sin embargo, la compañía quebró en 1760.
Tras pasar por un número importante de distintos propietarios, la casa pasa en 1891 a la Congregación de las Hermanas Carmelitas de la Caridad, que decidieron convertirla en colegio. Del edificio original, hoy muy cambiado, nos quedan pocos restos, pero tenemos una descripción de una de las hermanas sobre cómo era el edificio cuando ellas lo adquirieron.
“…que por estar cerrada hacía cuatro años fue preciso hacer bastantes obras de reparación tanto de albañilería como de carpintería y cerrajería. Siendo inmensamente grande se destinó el entresuelo para dormitorio de las hermanas; y para clases se escogieron las piezas más a propósito del piso principal, exceptuando un hermoso salón con balcones a la calle que por indicación de la Rda. Madre Provincial se destinó a oratorio. En el piso bajo y en el que fue bodega se instaló la clase de párvulos que entarimada y con su correspondiente grada queda muy bonita y espaciosa.”
Por esta descripción podemos presuponer que el edificio mantenía la clásica estructura de las casas de cargadores, con un claustro muy elegante con columnas, arcos rebajados y decoración, como se puede apreciar en las fotografías de 1925 y una impresionante escalera de mármol negro que desaparecerán cuando el edificio, en muy malas condiciones tuvo que ser remodelado completamente a partir de 1975.
Carmen Cebrián González.