El acuífero de la Sierra de San Cristóbal está constituido por calcarenitas del Mioceno superior sobre una base de arcillas impermeables (albarizas). Las calcarenitas tienen un espesor superior a 150 m y se distribuye en forma de cuesta hacia el aluvial del río Guadalete, donde se interrumpe bruscamente a causa de una fractura o falla vertical (Fot. 1)
Las calcarenitas dan lugar a un acuífero libre, de tipo mixto; fisurado y poroso, por lo tanto, muy permeables, transmitiendo fácilmente el agua que contiene esos poros y fisuras hacia surgencias naturales (manantiales) o galerías y pozos. El agua que contiene el acuífero drena de forma natural hacia los puntos más bajos situados a lo largo de la fractura que limita el borde sur de la Sierra de San Cristóbal, dando lugar, a una serie de manantiales de descarga, con aguas de buena calidad química, que fueron aprovechadas desde antiguo para el abastecimiento a El Puerto de Santa María (manantiales de Sidueña o de La Piedad).
En la zona de recarga del acuífero de San Cristóbal, constituido por roca calcarenítica, que aflora en una superficie aproximada de 10 km2, se sitúan antiguas canteras, formando depresiones en el terreno y facilitando la infiltración del agua de lluvia. Con una precipitación media anual de 650 mm/año, y una lluvia útil del orden de 200 mm/año, esto supone una recarga anual media de 2 hm3, equivalente a un caudal continuo de unos 60 l/s.
Las reservas de este acuífero se estiman en unos 400.000 m3 por metro de descenso. Es difícil estimar el volumen detraído del acuífero, pero podría no superar el hm3/año. La descarga natural se realiza en una rotura de la galería de Cádiz, entre los registros 6 y 7, con un caudal estimado superior a los 40 l/s.
La detracción de aguas en la sequía de 1995, a través de bombeos de los pozos y galerías del Madrugador y La Piedad, supuso la extracción de un volumen de 6,274 hm3. En la Piedad, el volumen almacenado teórico en los primeros 6 metros es de 2,4 hm3.
Según los datos del bombeo realizado en 1995, y también históricos de producción de la galería, el descenso producido con un bombeo de 90 l/s, es de unos 7 cm/día, lo que supone un volumen de 0,55 hm3, hasta dejar descubiertas las galerías, comportándose estas como un dren con un caudal variable, dependiendo del régimen de precipitaciones, y pudiéndose estimar por datos históricos en 3.500 m3/día.
La caudal punta máximo extraíble se estima en 200 l/s y el radio de influencia se estima en unos 1.200 m.
La calidad del agua, desde un punto de vista químico, es buena, bicarbonatada cálcica, apta para consumo, con conductividades de entre 400 y 500 µS/cm. Presenta contaminación bacteriológica de origen fecal y orgánica, y una explotación intensiva mediante sondeos profundos puede llevar a la salinización del acuífero. La interfase agua dulce-salada se encuentra a unos 130 metros de profundidad en la zona del Madrugador.
La explotación del sondeo El Madrugador II, en plena sequía, puso de manifiesto la gran capacidad de almacenamiento del acuífero, con descensos del orden de 1,2 cm/día, con un bombeo de 373 m3/h, y un volumen total extraído entre el 23/03/95 y el 12/06/95 de 843.000 m3. La conductividad se mantenía invariable entre 500-510 µS/cm.-
Antonio J. García Guerrero. Hidrogeólogo.