En la plaza Colón, anteriormente conocida como plazuela de la Aduana Vieja y plaza del Carbón, en el lateral sur, subiste una gran portada de lo que fue una espléndida casa de cargador a Indias. Está enmarcada por dos altas columnas dóricas sobre pedestales que sostienen un entablamento con friso de metopas y triglifos y un gran escudo de armas en el dintel.
Esta casa fue erigida en 1682 por Pablo Vizarrón Alzueta, miembro de una familia navarra de opulentos cargadores a Indias asentada en El Puerto. Caballero de la Orden de Alcántara y regidor de la ciudad, entre otros cargos, dio origen a la rama de los Vizarrón conocida como “Vizarrones de la Santa Caridad” por la protección que dispensaron a esta institución hospitalaria.
Para su construcción el duque de Medinaceli le concedió un terreno en la marina, situado en la parte trasera del palacio de su tío don Juan Aranibar, pero no siendo suficiente para su proyecto hubo de acudir a la ciudad en demanda de más terreno, comprometiéndose a cambio a labrar a sus expensas una nueva pescadería comunal (Mongió Becher 1974, p.779).
Pocos años fue utilizada la recién edificada casa-palacio como residencia familiar, pues tras la muerte del fundador en 1695, su viuda. Ana María Eguiarreta, miembro de otra importante familia de procedencia vasca, declaraba, entre los bienes que dejó a su marido a su fallecimiento, que esta casa estaba arrendada en 1705 para Real Aduana, de ahí el nombre con el que fue conocida la plazuela, que mas tarde con el traslado de las dependencias aduaneras a la plaza de la Pescadería paso a denominarse plaza de la Aduana Vieja.
El edificio se desarrollaba, tal y como se aprecia en la vista aérea de 1928, con dos fachadas, una más espaciosa hacia la cuesta del Carbón con doble entrada, principal y secundaria y otra hacia la antigua calle de los Oficios de Escribanos, actual Micaela Aramburu, en el que existía un acceso mas.
Fue concebido con la estructura propia de las casas de cargadores a Indias, para servir al mismo tiempo de vivienda familiar en planta noble y de oficinas y depósitos para las mercancías en la planta baja y entresuelos. H. Sancho en su Historia de El Puerto (1945) nos la describe de la siguiente forma:
“Tiene su portada ordenada de un cuerpo arquitectónico sobre columnas, y en el dintel marmóreo escudo de armas, salón cuadrado en el ángulo con artesonado de cuatro aguas y tirantas angulares, doble serie de habitaciones en uno de los costados y patio sobre columnas –este de alguna mayor amplitud en los dos costados que tienen tres arcadas y no dos–, almacenes en derredor del mismo, escalera de gran traza con acceso por ella a los entresuelos y piso principal cuyos vanos están comenzados a decorar con barrocos frontones triangulares”.
Completamente transformada y convertida en 1955 en pisos, de aquella casa de cargador a Indias solo se conserva la portada principal con el escudo de armas de la familia y las ocho columnas dóricas de mármol del patio claustral que han sido reaprovechadas en el actual patio, como remedo moderno del original. –
R.G.R.