Tras el derribo de la capilla de las Galeras, el solar resultante pasó de inmediato a formar parte del paseo que a instancias del conde O’Reilly se construyó en 1779, conocido como paseo del Vergel del Conde.
Tal y como aparece en el plano de M. Palacios (1865), dicho paseo se iniciaba en la confluencia de la calle Palacios con la actual Micaela Aramburu donde aún permanece como testigo de su antiguo nombre un rotulo señalizador en hierro. Proseguía hasta la plaza de las Galeras en la que se ubicó una glorieta desde la que partía dos tramos. Uno, formado por un camino central con dos espacios laterales ajardinados, continuaba recto hasta la Fuente del Sobrante, a la altura de la plaza de la Herrería, mientras que el otro, perpendicular al río, comunicaba con el nuevo muelle.
Siguiendo a E. Pérez Fernández en su libro “El Vergel del Conde y el Parque Calderón” (2001), el nuevo paseo fue muy celebrado en su época por naturales y visitantes, si bien su aspecto con el paso de los años fue descuidándose, por lo que en 1870 se planteó su reforma.
Dicha reforma, dado que tanto la plaza de las Galeras como la calle del Vergel se habían convertido en vías principales de tránsito, solo afecto al tramo más cercano a la plaza de la Herrería que quedó configurado como un “pequeño Vergel” aislado mediante un murete y verja exterior, con dos accesos en ambos extremos, como se aprecia una evocadora fotografía de Charles Sutton Campbell del último cuarto del siglo XIX en la que asimismo puede verse la Fuente del Sobrante.
Hacia mediados del Ochocientos también la fuente de las Galeras tuvo remodelaciones. En 1842, el maestro mayor Diego de Figueras colocó seis grifos para regular el agua –ya que hasta entonces el agua corría sin interrupción provocando numerosos barrizales en su entorno– y realizó el solado y alicatado con losas de Tarifa y los dos escalones corridos también con la misma piedra.
En cuanto al muelle de las Galeras, aunque había sido sometido a trabajos de reparación, es a finales de la centuria cuando el maestro mayor de obras de la ciudad Miguel Palacios acomete, debido a su mal estado, obras de reacondicionamiento y modernización. Asimismo, amplia la muralla de contención al río desde la plaza de la Herrería hasta el puente de San Alejandro y construye el parque Calderón, obras que conllevaron desgraciadamente el derribo en 1895 de la fuente del Sobrante y a punto estuvieron de hacer desaparecer la Fuente de las Galeras. –
R.G.R.
