La bodega de La Palma se construyó en el lugar que ocupaba una bodega anterior que fue propiedad de Ramón Sedze y Juan Manuel Coghen con una extensión de 2600 m2 que se compró en 1824 y por la que se pagó un precio de 90.000 reales, además de 6.500 pesos fuertes por 19 botas de manzanilla que estaban allí almacenadas (FOT.1).
A diferencia de otras bodegas anteriormente descritas, hemos podido localizar el expediente completo de la obra de la bodega La Palma en el Archivo Histórico Municipal de El Puerto (Policía urbana. Leg. 1470 (1869/9). Se describen a continuación algunos de los detalles más interesantes.
El proceso comenzó el 27 de enero de 1869 con la recepción en Diputación Provincial de la solicitud de acordelado de terrenos para construcción de la bodega y terminó el 9 de junio cuando el Ayuntamiento otorgó la licencia de obra. En menos de seis meses se efectuaron al menos doce trámites administrativos en Diputación y Ayuntamiento, una rapidez asombrosa si se compara con los plazos usuales en la actualidad.
En el expediente se conservan dos proyectos: el de alineaciones parciales de las calles Jesús Nazareno y La Palma y el de construcción de la casa-bodega.
En el primer proyecto se fundamenta la propuesta de posibles cambios y rectificaciones en calles y aceras, evitando salientes y entrantes innecesarios, uniformando anchuras y cambios de dirección del tráfico. Se regularizarían alineaciones, se rectificarían o ensancharían calles y se indica cómo afectaría a esquinas de calles Larga, Nevería, Comedias y Bolos “sin quebrantar las propiedades particulares (…) ni gravar con gastos de indemnización los fondos municipales”. Incluye dos planos de las calles La Palma (FOT. 2) y Jesús Nazareno de gran calidad y escalas 1/300 (FOT 3) con las modificaciones propuestas.
Según Barros Caneda (Arquitectura y urbanismo en el Puerto de Santa María durante el siglo XIX. 1995) no pudo conseguirse la alineación perfecta de las calles, especialmente la de Jesús Nazareno, porque el trazado preexistente condicionaba el proyecto y “supondría costosísimas expropiaciones”. Finalmente, se rectificaron ángulos de varias calles confluyentes en la zona y “la parte de terreno que cedía el Municipio se compensaba con la que tenía que ceder el propietario”.
El proyecto de bodega lo firmó Ángel Pinto Camacho, “maestro mayor de obras de esta ciudad”, en nombre de Tomás Osborne y está fechado el 18 de abril de 1869. Incluye los planos de los alzados de las fachadas de las calles La Palma (FOT. 4) y Jesús Nazareno en escala 1/100 indicando que “Las aguas de los tejados no vierten a la calle sino dentro del muro” (FOT. 5).
La comisión de obras públicas aprobó los proyectos argumentando que “las líneas de acordelado adoptadas es lo más conveniente porque desaparecen tres ángulos salientes y uno entrante…”, evita expropiaciones de casas particulares, las rectificaciones de esquinas propuestas son adecuadas y la pérdida de terreno en algún tramo se compensa con otros ganados. Además, las fachadas propuestas quedan “decoradas con el mayor gusto”. y acuerdan que deben dejarse cinco metros de ancho en la calle Jesús Nazareno, señalando también la parte de terreno que gana la finca de Tomás Osborne en relación con la vía pública y cuyo importe deberá abonar (en el expediente se indica que esta ganaría más de 16 m2 y perdería más de 7 m2 por otros dos lados, ganando 7 m2 y 14 dm2 de la vía pública).
Finalmente, el alcalde, Valdeavellano, dio su visto bueno a la licencia de obras y firmó el 9 de junio de 1869.-
J. Gómez Benítez y Fco. Glez. Luque