La bodega que tiene su acceso por la calle Bolos tiene una fachada sencilla con remate de apretilado sobre cornisa. En la actualidad (FOT. 1) cuenta con un zócalo de cemento gris granulado y 7 vanos, 4 de los cuales son puertas, aunque todas están cegadas salvo una. También existen 3 ventanales que se abren encima del zócalo y de la misma altura de las puertas.
Todos los vanos están culminados por arcos rebajados y las 3 ventanas y la actual puerta de acceso están recercados. Las recercas, la cornisa, el filo del pretil y dos bandas que delimitan la fachada están pintadas de color rojo almagra. Esta disposición difiere del plano de alzado original (FOT. 2) que contemplaba una distribución simétrica de 5 puertas y 2 ventanas, con la puerta central más ancha que las demás y flanqueada a cada lado con otra puerta, ventana y puerta, todas con arco rebajado y recercadas, teniendo las jambas de las puertas continuidad con el zócalo.
Esa fachada corresponde a la tipología de una antigua casa-bodega con techo plano y una sola crujía. Este primer casco da paso, tras un pequeño almizcate (FOT.3) que absorbe las irregularidades del solar, a un casco mayor cuya fachada lisa tiene la forma que le dan los muros y la techumbre a dos aguas. En ella se abren una puerta central y dos ventanales enrejados existiendo encima de cada uno de los vanos un óculo enrejado, siendo más grande el que se encuentra sobre la puerta y más pequeños los que se encuentran sobre las ventanas. El vano de la puerta tiene forma de arco de medio punto mientras que los de las ventanas culminan en arcos rebajados. Los tres vanos se encuentran recercados sin resalto y pintados de color almagra.
El casco bodeguero se desarrolla en tres naves perpendiculares a la puerta de acceso y se asemeja a un patio porticado (FOT. 4) por tres de sus lados con pilares sobre los que se asientan arcos de medio punto. La arcada izquierda tiene 4 pilares, la frontal 2 y la derecha 6, dando una forma irregular a la misma (FOT. 5). Sobre dichos arcos se abren ventanales cuadrados cerrados con carpintería de madera. La nave central tiene cubierta a dos aguas soportada por cerchas, lo que le confiere gran amplitud, mientras que las naves que se forman tras las arcadas tienen techumbre a un agua que descansa en los muros exteriores y en los que se abren nuevos vanos también cuadrados. La nave de cabecera es más amplia que las naves laterales con techumbre a un agua y sin solución de continuidad con las mismas. Esta estructura parece indicar que fue originalmente un antiguo patio de tonelería que ese cubrió para adaptarlo a uso de bodega.
La casa aneja a esta bodega que ocupaba el restaurante “El patio de las 7 esquinas”, cerrado en la actualidad tiene un patio con espacios techados en alguno de sus lados y comunicado con la bodega principal a través de una puerta por la que se accede a la nave izquierda de la bodega (FOT. 6 y 7) Esta casa tiene una puerta de acceso con arco rebajado y en el piso superior 4 ventanas cuadradas con arco superrebajado y contraventanas de madera entre dos cornisas. Todos los recercados están pintados de color almagra y el zócalo es igual que el de la calle Bolos pues recorre la fachada de toda la construcción.
La composición de la fachada actual se parece a la del plano de 1877 donde ya aparece la composición actual, aunque se han suprimido 3 puertas (FOT. 8).
En la esquina entre las dos calles, Jesús Nazareno y Bolos, existe otro casco bodeguero de factura moderna que ha sido utilizado como despacho de vinos. La fachada de este casco, en continuidad con la bodega de la calle Bolos y la casa de Jesús Nazareno, presenta las mismas características con zócalo de cemento gris, recercados de color ciruela claro, estando la puerta de acceso principal en chaflán respecto a las dos calles mencionadas (FOT. 9).
La bodega de la calle Bolos está calificada en el nivel III: Protección Estructural del PEPRICHYE calificándola como EDIFICIO DE INTERÉS ARQUITECTÓNICO, es decir, un edificio de valores significativos de entidad, cuya composición permite modificaciones parciales sin alteración de los mencionados valores, conservando siempre fachada y elementos estructurales.
Juan Gómez Benítez y Juan Ortega Álvaro
