El 1 de octubre de 1823 el duque de Angulema, sobrino de Luis XVIII, quien había comandado el ejercito francés conocido como Los Cien Mil Hijos de San Luis, recibe a Fernando VII y a su familia en El Puerto de Santa María, procedentes de Cádiz, poniendo fin al Trienio Constitucional.
Cuando en marzo de ese mismo año este ejército avanzaba hacia Madrid, con el fin de restituir al Rey en sus poderes, muy mermados por el mandato liberal, las Cortes decidieron trasladar al Monarca a un lugar más seguro y así la Corte se estableció en Cádiz.
El diario de Fernando VII, que dio a conocer E. Soler Pascual, anotaba así su llegada a El Puerto:
“A las diez y veinticinco minutos, nos embarcamos en la falúa, y a las doce menos cuarto desembarcamos en El Puerto de Santa María: allí estaba el Duque de Angulema con toda la oficialidad; el príncipe de Carignan, y una multitud de españoles de todas clases y empleos, entre ellos había muchos atravesados”
Este grabado titulado “Viu du Port de ST Marie”, terminado por el grabador e ilustrador Edme Bovinet, refleja el momento del desembarco de monarca absolutista en nuestra ciudad visto desde el Castillo de San Marcos, donde dos soldados franceses contemplan la escena.
El desembarco se efectúa en el muelle de la plaza de la Pescadería. Delante del edificio de la Aduana la tropa francesa, debidamente formada y preparada, espera para rendir honores y en el entorno se agolpa una multitud que incluso ocupa la terraza de la antigua lonja, situada a los pies del Castillo.
Al fondo se distingue la capital gaditana, donde son perceptibles los estragos producidos por los bombardeos a que había sido sometida por las tropas francesas, y surcando la Bahía y el Guadalete los barcos que trasladaban a los miembros de la corte.
R.G.R