Bellísima ciudad situada en el km 124 de la línea, cuya población se compone de 20.000 habitantes… Sus calles son anchas, especialmente la llamada Larga que atraviesa toda la ciudad, y es magnífica no solo por su longitud, sino por la hermosa perspectiva de las casas que la forman. Así en estas como en muchas de las otras, se ven numerosas tiendas de todas clases, adornadas con gusto, en particular las confiterías, cuyos productos tienen cierta celebridad.
Todas las calles se hallan perfectamente empedradas, con buenas aceras y abundante alumbrado. En la calle de Luna hay un bonito teatro en el que caben cómodamente 1.200 espectadores. En el verano suelen trabajar en él compañías acreditadas, celebrándose también algunas corridas en la plaza de toros.
El Vergel y la Victoria son los dos paseos de esta ciudad; el primero, situado a la orilla del Guadalete, aunque pequeño, es muy lindo; el otro se encuentra a un estremo [sic] de la población […] sus buenas proporciones y su frondoso arbolado, le hacen digno de una capital.
Con esta pintoresca descripción, realizada en 1864 por Eduardo Antón Rodríguez, comienza el capítulo dedicado a El Puerto de Sta. María en la “Guía del viagero por el ferro-carril de Sevilla a Cádiz”. Publicada bajo los auspicios del Consejo de Administración de la empresa concesionaria de la línea férrea, su objetivo era entretener e ilustrar a los viajeros sobre la historia, el arte, la situación socio-económica de aquellas poblaciones por las que pasaba dicha línea.
La guía se acompaña de láminas litografiadas con vistas de las localidades por las que discurría el trayecto realizadas por el dibujante y litógrafo sevillano Luis Mariani, quien nos ofrece una curiosa imagen de El Puerto a modo de fotografía tomada desde el tren a la salida del puente de hierro del ferrocarril en dirección a Cádiz.
R.G.R.
