El castillo de San Marcos constituye uno de los principales monumentos de El Puerto de Santa María. Su configuración actual es fruto de su dilatada historia. Concebido originalmente como oratorio islámico, pasó a ser iglesia fortificada con Alfonso X y a partir del siglo XIV, ya en manos de los señores de la Cerda, se transformó en castillo y sede del Concejo de la ciudad.
Como fortaleza presentaba escasas defensas, lo que llevó al I duque de Medinaceli, don Luis de la Cerda, a acometer hacia 1470, obras de refuerzo militar ante la inestabilidad política existente a causa los enfrentamientos entre las Casas de Arcos y Medina Sidonia que afectaron indirectamente a El Puerto.
Entre estas obras se encuentra la construcción de la cerca exterior que hoy vemos, aunque se conserva original solo en algunos de sus tramos. En ella se levantaron dos torres que protegían el frente que daba al río. De estas dos torres la de mayor interés, ubicada en la esquina sur, en la confluencia con la calle Federico Rubio, presenta algunos elementos propios del momento de su construcción que sido analizados por R. Romero Medina en su monografía sobre la fortaleza.
En la parte superior, aunque muy deteriorado, aparece el escudo de los señores de la Cerda, con decoración típica de fines del gótico. Asimismo, son visibles, a pesar de que en parte están taponadas, varias saeteras de “orbe y cruz” para el disparo de arcabuces y ballestas, formas que remiten a un horizonte histórico y cultural en el que el uso de artillería no se había generalizado.
R.G.R.