La manzana que ocupa la casa-palacio de Juan Aranibar y la de su sobrino Pablo Vizarrón Alzueta, posterior Aduana Real, remataba en el ángulo sudeste con la morada de los Rodríguez Cortés (FOT. 1), emparentados con los anteriores por línea femenina.
Se trataba de una familia de cosecheros-comerciantes enriquecidos, integrantes de la elite de cargadores a Indias. El fundador de la familia, Lorenzo Diericks, natural de Amberes, casó en El Puerto hacia 1620 con doña María Cortés, aunando así dos ramas, una autóctona, cuya presencia en la ciudad parece remontarse lejos en el tiempo, y otra de origen extranjero, los Diericks flamencos, cuyo apellido españolizaron (J. J. Iglesias, 1991, Una ciudad mercantil en el siglo XVIII…”, 382-384).
Para López Amador y Ruiz Gil ( p. 222) la casa fue levantada por Antonio Rodríguez Cortés, cuyo hijo, Lorenzo Rodríguez Cortés de Osorio, y nieto, Luis Lorenzo Rodríguez Cortes y Barrios, constituyeron dos de los más destacados representantes de este clan familiar.
Se situaba en la esquina de la Bajada del Castillo y la plaza del Embarcadero, uno de los puntos neurálgicos del comercio de la ciudad. Así aparece representada en el plano de 1757 donde está rotulada con la letra Q: “Casa de don Luis Cortés” (FOT. 2).
La casa disponía de cuerpo alto, bajo y cocheras y junto a ella tenía granero con cinco accesorias. A juzgar por las imágenes que se han conservado de la vivienda contó asimismo con torre-mirador (FOT. 3).
Dado que la finca no era de grandes dimensiones, el molino de aceite que con frecuencia poseían estos grandes hacendados anexo a su vivienda para la molturación de las aceitunas recogidas en sus olivares, en esta ocasión lo encontramos externo al inmueble, aunque muy próximo al mismo. Así se desprende del análisis del plano anteriormente citado de 1757 donde aparece en la misma calle, lindado con el Hospital de la Caridad con la letra X: “Molino de Cortés” (FOT. 2). Es probable que vestigios del mismo aun permanezcan en lo que fue la sede de la Cruz Roja y de la Guardería Municipal (FOT. 1).
Además, este destacado miembro de la oligarquía local fue propietario de un buen número de inmuebles urbanos cuyo arrendamiento le reportaba considerables beneficios. Entre estos inmuebles se encontraba un edificio dividido en 26 viviendas altas y bajas en el Barrio de Guía a espaldas de la vivienda de los Reinoso Mendoza y casi lindante con el Hospicio de Indias, casa de la que se conserva un dibujo de su fachada realizado en 1755 (FOT. 4).
La residencia familiar de la plaza del Embarcadero fue utilizada a mediados del siglo XX como colegio con el nombre de San José y San Estanislao, conocido popularmente por su situación como “el de la Pescadería”. En su lugar hoy se levanta un edificio moderno.
R.G.R.