En la parte central del muro se abre una portada exterior, único elemento artístico de esta fachada (FOT. 1). En ella destaca el marco de la puerta de acceso, compuesto por un arco escarzano apoyado en sendas jambas que sobresalen de la línea de fachada y cuya clave se decora con un alusivo racimo de uvas colgando de la dovela central (FOT. 2).
Más interesante resulta el remate a modo de hastial o frontón de esta portada. Se eleva con un perfil triangular y mixtilíneo sobre la cornisa que la remata. En su composición cabe distinguir los elementos decorativos y la inscripción en el centro del tímpano (FOT. 3 arriba).
En la ornamentación pueden distinguirse los motivos geométricos de los vegetales. Aquéllos se aprecian sobre todo en el grupo de formas espirales avolutadas que se disponen oblicuamente componiendo los laterales del frontón. Los motivos fitomórficos predominan en la base entrelazando especie de tarjas con hojas, tallos y flores (FOT. 3 abajo). Unos y otros se combinan con cierta sobriedad y elegancia. El conjunto recuerda algunos frontones barrocos de diseño a base de molduras curvas, contracurvas y quebradas en su contorno. Finalmente, debemos reseñar un par de detalles más: el diminuto y tosco círculo colocado sobre la inscripción remedando un escudo cuartelado con torres y leones rampantes y el gran cesto repleto de racimos de uvas y pámpanos sobresaliendo del borde superior sobre un pedestal de piedra que remata la composición.
El otro elemento de interés en esta portada de acceso a El Campillo es la inscripción labrada en piedra que centra el tímpano de su frontón. En el interior de un círculo puede observarse todavía en nuestros días una leyenda compuesta de un par de apellidos y una fecha: “DUFF GORDON 1768” (FOT. 4). Hace referencia a la compañía vinatera que unió en su nombre los de los escoceses de los socios fundadores de la empresa bodeguera: el cónsul y comerciante James Duff y su sobrino William Gordon.
Retomando brevemente referencias históricas recordaremos que James Duff, en 1772 se asoció con su sobrino William Gordon y formaron la compañía Duff Gordon &Co. Y a la muerte de aquél en 1815, Willian heredó la empresa y cambió su apellido por Duff-Gordon por licencia real. Parte de aquellas bodegas originarias se ubicaban en el conjunto que conocemos como Bodegas Exportación de Osborne, constituido por las bodegas La Palma, La Honda, Los Cuarteles y Exportación. Thomas Osborne Mann en 1829 se asoció con éste, en 1836 se convierte en nuevo propietario y la empresa en una compañía floreciente dedicada a la elaboración y exportación de vinos. En 1890 cambió su denominación a “Osborne y Cía” y un siglo después a la actual “Bodegas Osborne” (1996). No obstante, la marca Duff Gordon se sigue todavía utilizando en algunos países.
En cuanto a la fecha de la inscripción, durante mucho tiempo se había tenido por seguro que esta empresa se había fundado en 1768, incluso cuando se construyó el pórtico al que aludimos siglo y medio después. Tras las últimas investigaciones parece más acertado atrasar dicha fundación varios años, aunque no se haya materializado en la inscripción.-
Francisco González Luque y Juan Gómez Benítez