En la segunda mitad del siglo XIX el dibujante y litógrafo alemán S. Scherzinger elabora una vista paisajística de El Puerto de Santa María que sigue las pautas de las vistas flamencas de las ciudades del siglo XVI. Realizada a partir de un dibujo a la acuarela tomado del natural, fue impresa en Cádiz por la Litografía Alemana en 1873. Pertenece a una serie de cromolitografías que este establecimiento dedicó a pueblos y ciudades de la provincia de Cádiz para su comercialización.
El artista recoge prácticamente el mismo enfoque que tres siglos antes había plasmado Wyngaerde en la primera representación moderna de la ciudad, lo que permite reconstruir la transformación experimentada durante estos siglos en el frente urbano que daba al río.
En el centro de la vista, como no podía ser de otra forma, destaca los elementos más identificativos de la población: el castillo de San Marcos y la Iglesia Mayor Prioral. Por delante, entre las edificaciones situadas en la Ribera, resultan claramente perceptibles el hospital de San Juan de Dios, la lonja y la que fue Real Fábrica de Licores y Aguardientes, estas dos últimas ubicadas en la plaza de la Pescadería.
La parte derecha de la imagen está ocupada por el puente colgante construido en 1846 en sustitución del puente de barcas, uno de los nueve puentes colgantes que la Dirección General de Caminos y Canales del Reino había encargado en 1837 al ingeniero francés Marc Seguin para distintos puntos de España. Por delante y en ambas orillas del río se identifican las casetas de baños flotantes que desde mediados del siglo XIX debieron constituir uno de los grandes atractivos del periodo veraniego.
Hacia la desembocadura, el extremo izquierdo de la ciudad ha extendido sus límites con la construcción del complejo bodeguero de Campo de Guía, frente industrial con edificios de gran envergadura, donde una humeante chimenea señala la presencia de modernas máquinas de vapor.
R.G.R.
