A comienzos del siglo XVIII el palacio que el Duque de Medinaceli poseía en El Puerto de Santa María se encontraba en estado bastante ruinoso. A causa del elevado precio de su restauración el duque decidió construir uno nuevo que fue proyectado por el arquitecto Vicente Acebo y Acero, quien había sido nombrado maestro mayor de la catedral de Cádiz en 1721.
Según el nuevo proyecto (1724), cuya planta y alzado se conserva en el Archivo Ducal Medinaceli (Toledo), el palacio seguía en la misma ubicación y con la misma orientación que el “Palacio viejo”. La fachada se disponía hacia el N, hacia la calle Palacio “la más principal de la ciudad “; por el E daba a la calle San Bartolomé y por los frentes S y W, actuales calles de Santo Domingo y Pagador respectivamente, estaba “circunvalado [sic] de diferentes casas de vecindad”.
En la fachada principal perfectamente simétrica, con semisótano y portada central, destacaban dos altas torres gemelas. En el extremo derecho, haciendo esquina con la actual plaza España, se localizaba la capilla, con acceso desde la calle y una gran cúpula con linterna y veleta como las torres del palacio.
Tras el vestíbulo se situaba el patio principal, señalado en planta con la letra (C), con tres arcadas en cada frente. La monumental escalera (E) se ubicaba ahora en el frente de poniente. La capilla (X), situada en el mismo lugar que la del viejo palacio, es ahora de planta centrada, cuadrada al exterior y de cruz griega por el interior, cubierta con bóveda octogonal.
Este excepcional proyecto no se llevó a cabo por la cuantía del presupuesto, 37.500 doblones, y porque la Casa de Medinaceli perdió en 1729 el señorío de El Puerto, al incorporarse a la corona, por lo que el antiguo se arruinó. En su solar se edificó en 1846 la bodega que se ubica en la calle San Bartolomé nº 6.
R.G.R.
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