La necesidad urgente de disponer en la ciudad de un cuartel para alojamiento de las tropas y así liberarla de la carga que implicaba su alojamiento, llevó en 1763 a la edificación, por Orden Real, de dos cuarteles, uno de caballería y otro de infantería. Para su construcción se eligió el mismo inmueble que había propuesto Petit de la Croix en su proyecto de 1742, el viejo arsenal de galeras, adaptándolo al nuevo uso.
Situado en el lado noroeste de la plaza del Polvorista ocupando toda la manzana hasta la calle Comedias (FOT. 1), contó con dos alturas. Los trabajos fueron realizados, a instancias del comandante general don Juan de Villalba y Angulo, por el maestro de obras José de Olivera y Francisco Molina, maestro de carpintería, y se terminaron septiembre de 1766.
Ruiz de Cortázar, quien escribe su “Puerto de Santa María Ilustrado…” en 1764, cuando las obras estaban próximas a finalizar, nos describe el edificio de la siguiente forma:
Tiene esta fábrica todas las cualidades que le constituyen perfecta, como son la hermosura, solidez y utilidad. Su prospecto a la plaza es de cantería labrada, con tres puertas, diferentes ventanas, 12 balcones…, con pirámides y vistosos remates en las azoteas… Por la banda que mira al sur es también de cantería labrada, con muchas luces de ventanas…, con una puerta principal y sobre las azoteas iguales remates…, y por la parte de Poniente en que están las caballerías sigue igual forma.
Toda la obra es sólida y segura en lo interior y exterior y útil cómoda, con diferentes patios, agua de pie y oficinas comunes. Está dividida en dos cuarteles separados sin comunicación; el uno destinado para caballerías, que se pueden alojar 500 caballos y sus jinetes…, y el otro, que mira la plaza, se destina para 500 infantes que tendrán bastante comodidad acabada esta obra, que finalizándose será uno de los mejores cuarteles que habrá en toda Andalucía (p.407).
Dado que, en esta fecha, como señala Barros Caneda (El Puerto de Sta. María. La ciudad Renovada, 2001 p. 65), la plaza del Polvorista constituía uno de los principales espacios públicos de la ciudad, escenario de todo tipo de celebraciones y festejos, en el piso alto, ocupando toda la fachada a la plaza, se ubicó un salón a modo de palco desde el que observar los festejos que en ella se realizasen. Dicho salón constaba de una entrada independiente con el zaguán y escalera para subir al recinto.
La fachada remataba en la parte superior con un escudo con las armas reales entre leones rampantes y ambos lados dos escudos con las armas de la ciudad. Una lápida en pizarra conmemoraba la fecha de la obra, el nombre del soberano, el del capitán general y el director de la misma (FOT. 2).
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, fue necesario que los cuarteles se adaptaran a las necesidades militares de los nuevos tiempos y el cuartel del Polvorista no fue ajeno a estos cambios, acometiéndose algunas reformas.
Contamos con un plano de 1864 firmado por el ingeniero del ejercito Miguel de Goicoechea que se conserva en el Archivo General Militar de Madrid (FOT. 3). En el mismo se mantiene la distribución de las dependencias internas en torno a dos patios claustrales, como en el cuartel del setecientos, si bien modifica algunas dependencias, desplaza la infantería a lateral de la calle Fernán Caballero y ubica la caballería, con una guarnición más numerosa, en el frente de la plaza. Asimismo, para solucionar los problemas de higiene y evitar la aparición de enfermedades infecciosas se dota a la zona de infantería de una nueva letrina (FOT. 4).
Ya en el siglo XX, entre 1921 y 1926, en el cuartel se instala el III Regimiento de Artillería Pesada (FOT. 5 arriba) y durante la Guerra Civil Española sirvió de alojamiento de tropas italianas que participaron del lado franquista.
La mitad norte del edificio se perdió con la construcción, durante el desarrollismo de los años sesenta y setenta del pasado siglo, del bloque de viviendas allí existente (FOT. 5 abajo) y la mitad sur, la única que se conserva, tras una gran reforma, es sede del actual Teatro Pedro Muñoz Seca.
R.G.R.
